Sermones Escogidos Tomo 1

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Quebrantar la unidad del pueblo de Dios

Otra estrategia es destruir la unidad que existe en nuestro pueblo. Hay quienes profesan estar de nuestro lado, trabajamos juntos y todo parece estar en armonía. Les dije: Pues si profesan estar a mi lado y luego, por su modo de invertir el dinero, caen en la trampa del enemigo, yo doy mi testimonio, pero ustedes continúan como si no tuviera ningún uso. Ustedes creen el testimonio. Creen, pero cuando se trata de ustedes, entonces acuden a otra persona y les abren sus corazones. Ustedes deben cuidarse de esa persona que va por el mismo camino que Canright. Ahora bien, hacer eso no es edificante ni positivo. SE1 58.2

Hay algunos aquí que harán lo mismo. Si hay algo que no está en armonía con sus ideas, acudirán a alguien que no sabe nada del asunto, le confían sus asuntos y le dicen: «Se dijo tal y tal cosa”. No vale la pena repetir lo que dicen, y resulta extraña la razón por la cual lo hacen. Tratan de aumentar las discrepancias y cubrir [ocultar y minimizar] los puntos comunes tanto como sea posible. No importa si ustedes han sido pastores durante años, no importa quienes sean, esa es la obra del diablo. Cuando se encuentren con hombres que ocultan estas verdades, es su deber ir a ellos y tratar de enfocar sus mentes en Dios. SE1 58.3

Ahora bien, ¿acaso no pueden ser ustedes personas sensatas? ¿No pueden ser hombres de Dios? Necesitamos conocimiento y que todos estemos unidos; es preciso que cada facultad de nuestro ser sea llevada al altar de Dios. No comenten cualquier rumor. Si hubiera dado por sentado lo que he oído, hubiera creído que el hermano Lane había abandonado la verdad. Pero fui prudente, yo deseaba que... [faltan alrededor de ocho palabras] y nos haga saber cómo le estaba yendo. SE1 58.4

Otra carta nos llegó de Battle Creek diciendo que tal o cual cosa ha ocurrido y que fulano no ha actuado bien. No he visto a los implicados para hablar con ellos. No, ellos no habían visto a los implicados, pero podían conversar conmigo claramente cuando cruzamos las Montañas Rocosas, que nos tomó unos ocho días. Ahora, me gustaría saber ¿por qué no podemos ser cristianos cuando contamos con la Biblia y con el testimonio que Dios nos ha dado? ¿Por qué no podemos actuar consecuentemente? Es desalentador para la vida y para el alma, que en el mismo momento cuando yo pudiera estar escribiendo cartas a Europa o a personas radicadas en diferentes lugares, he estado tan oprimida y agobiada que no he podido escribir ni una palabra, ni siquiera a mis propios amigos. Yo usaba todas mis fuerzas, pero no podía escribir. Lo único que pude hacer fue pensar y orar por ellos, y ellos no han recibido ni una nota. SE1 59.1

El hermano Geymet, de Italia, y el hermano Conradi debieron haber recibido cartas mías, pero no les he escrito. Supuse que iba a hacerlo, pero no tuve tiempo, y todo mi tiempo lo he dedicado a los problemas de este lado del Atlántico. No hubo tiempo para la obra misionera. ¿Es esto hacer lo que Dios quiere que hagamos? ¿No deberíamos proteger los intereses los unos de los otros, y vivir la verdad? Cuando ustedes ven a alguien actuar erróneamente, en lugar de ir a los demás y desayudar a ese persona, ¿por qué no ir directo a él con la mansedumbre de Cristo y decirle qué significa ser cristiano? Por tanto, hemos de trabajar como los que tienen que dar cuenta. SE1 59.2

Yo no mido a nadie por lo que hace en su escritorio, sino por lo que hace en su trabajo en su casa, entre sus hermanos, en su vida diaria, para que se presente ante los demás como un hombre perfecto en Cristo Jesús. Hermanos y hermanas, que Dios nos ayude a buscarlo en esta reunión. ¿Está el cielo cerrado para que no podamos tener acceso a Dios? ¿No se nos puede otorgar el poder de su gracia? ¡Oh, él desea colmarnos con la plenitud de su amor! ¡Oh, nuestros rostros deberían brillar con la gloria de Dios! Los rayos divinos de luz se deberían reflejar en el rostro de todos los presentes. Hay que hablar del cielo y de las cosas celestiales, y de la redención a través de Cristo. SE1 59.3

¿Será posible que creamos que vamos a salir de estas escenas terrenales de pecado y tristeza? ¿Por qué no darlo a conocer al mundo? Por qué no mostrar a este planeta que el poder de la verdad está con nosotros, y entonces ser como una luz que brilla para el mundo. Deseo saber si no hay nadie que se levante en el juicio para condenarlos a ustedes que profesan la verdad, porque no han representado la verdad tal como es en Jesús, y así ayudar a allanar el camino al cielo. SE1 59.4