Sermones Escogidos Tomo 1

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7—Prediquen el mensaje del tercer ángel

NO IMPORTA cuánto sepamos de las Escrituras, siempre es importante que conozcamos aún más. «Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Cor. 10: 12). Alguien puede creer que entiende la Biblia, y sale a presentar la verdad y, sin embargo, ser deficiente en algunos puntos. Podemos fijar el corazón y la mente en algo que no tenga ninguna relación especial con el verdadero mensaje. SE1 53.1

Un hermano se me acercó y me preguntó cuál era mi posición respecto a la salvación de los niños. Le dije: «Eso no le incumbe ni a usted ni a mí”. Hay asuntos en los que tenemos que ser cuidadosos a fin de no afectar la verdad presente. Todos los que van a participar en la obra de Dios deben gobernar sus pensamientos. Hay quienes poseen una gran imaginación y cada vez más estarán interesados en buscar algo original. Se aferrarán, incluso, a alguna palabra de un sermón y meditarán en ello hasta que toda la verdad esté cubierta de niebla. SE1 53.2

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Charla dada en Grimsby, Inglaterra, 12 de septiembre de 1886. Manuscrito 81, 1886

Ahora bien, deseamos saber lo qué es importante para nuestra labor aquí. ¿Qué es primordial para nuestra obra presente? Si se le pidiera a uno de ustedes que expresara su opinión sobre algún punto, y no sabe cómo responder, no se avergüence de decir que no sabe. Pero sí hemos de saber qué debemos hacer para ser salvos. Cuando alguien se le acercó a Cristo y le preguntó qué debía hacer para ser salvo, Jesús le dijo que debía amar a Dios con todo su corazón, con todas sus fuerzas, con toda su mente y con toda su alma y a su prójimo como a sí mismo. Estos son los puntos que debemos tener siempre presentes: amar a Dios y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Hay una gran tarea delante de nosotros. SE1 54.1

Quizás algunos se pregunten cuál será la señal de la venida del Hijo del hombre, y nosotros lo sabemos. Leemos que habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas y conflictos entre las naciones. Todas estas señales nos dicen que el fin está cerca. La venida del Señor se encuentra a la puerta. Nosotros comprendemos qué significa estar a la puerta. Cuando alguien está a la puerta todo lo que hace falta es que entre. SE1 54.2

Ahora, en lo que respecta a la venida del Hijo del hombre, esta no ocurrirá hasta después de que un gran terremoto sacuda nuestro planeta. Luego de escuchar la voz de Dios, los seres humanos pasarán por una desesperación y una angustia como nunca ha habido en la historia. En este sentido el pueblo de Dios también sufrirá aflicciones. Las nubes del cielo se entrechocarán y habrá tinieblas. Entonces se escuchará aquella voz del cielo y las nubes comenzarán a enrollarse como un pergamino, y aparecerá la señal clara y brillante del Hijo del hombre. Los hijos de Dios saben qué significa esa nube. SE1 54.3

Se escucha una música, y cuando se acerca la nube, se abren las tumbas y los muertos son levantados. Hay miles de miles y millares de millares de ángeles que integran esa gloria y rodean al Hijo del hombre. Aquellos que desempeñaron un papel protagónico en el rechazo y la crucifixión de Cristo, resucitan para verlo como él es. Quienes rechazaron a Cristo son resucitados y ven a los santos glorificados; en ese momento los santos son transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, y son arrebatados para encontrar a su Señor en el aire. SE1 54.4

Aquellos que le colocaron el manto púrpura y pusieron sobre sus sienes la corona de espinas, y los que traspasaron sus manos y sus pies con clavos, lo contemplan y se lamentan. Y esta es justamente la señal de la venida del Hijo del hombre. SE1 54.5

Por lo tanto, hermanos, quiero advertirles que deben tener cuidado de no aferrarse a banalidades. Tuvimos un buen hermano, cuya mente fue destruida por esto. Leía página tras página cosas que desviaban su mente del camino correcto. El mensaje del tercer ángel es el punto más importante. No permitan que sus mentes sigan en pos de caprichos, mantengan los ojos fijos en la verdad. Lo que necesitamos es dar un sonido certero. El ángel está dando un mensaje concreto: «Sonad la alarma». ¿Y qué significa esto? Pues, el ángel está dando este mensaje a los seres humanos y ellos deben llevar este mensaje y proclamarlo para advertir a los demás. SE1 55.1

Necesitamos abrir nuestras mentes, ceñir los lomos de nuestro entendimiento y perseverar hasta el fin. No necesitamos saturar nuestra mente con muchas cosas para alejarnos de la verdad que el ángel está proclamando. Cuando la lluvia tardía caiga sobre el pueblo de Dios estaremos preparados para seguir adelante, pues aquellos cuyas vasijas estén limpias, que tengan las manos libres en el momento en que llegue la lluvia tardía, recibirán la luz que procede de lo alto y todos elevarán sus voces para proclamar los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo. SE1 55.2

Hay muchas señales que se cumplirán antes de la venida del Hijo del hombre; pero cuando la nube blanca se haga visible, esta será la señal de la venida del Hijo del hombre. Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y las naciones estarán llenas de confusión. Todas esas señales dan testimonio de que Cristo viene y que se manifestará en las nubes con gran poder y gloria. SE1 55.3

La señal vista en el sol, sea al amanecer o al atardecer, no tiene nada que ver con la señal de la venida del Hijo del hombre. SE1 55.4

Sin embargo, hermanos, necesitamos aferramos de los pilares de nuestra fe. Aquí está Cristo en el gran día antitípico de la Expiación, tenemos que entender que necesitamos una preparación especial para ese día. Necesitamos que sean borrados nuestros pecados; necesitamos confesarlos para que puedan ser juzgados con anticipación. No se alejen llenos de desaliento, crean que Cristo es poderoso para limpiarlos de toda maldad. Debemos dejar de pecar, porque el pecado es la transgresión de la ley. Abandonemos el pecado, y luego aferrémonos al Poderoso que puede lavar toda mancha de pecado. Ahora bien, esta es una obra de humildad para este tiempo y debemos confesar nuestros pecados y acercarnos a Dios para que él pueda escribir «Perdonado» frente a nuestros nombres. SE1 55.5

Cuando vayamos enseñar a otros, hemos de asegurarnos de no fijar nuestras mentes en detalles insignificantes. Debemos centrar nuestra atención en la gran obra de Dios, porque si es posible Satanás tratará de apartarnos de ella. No traten de ser originales suscitando un tema que no han oído de sus hermanos, porque muchos han naufragado al hacerlo. Concéntrense en el mensaje del tercer ángel. Cuando presentemos este tema ante la gente, habremos tomado una sabia decisión. Pero cuando presentamos un sinnúmero de cosas sin importancia delante de ellos, se confundirán como lo estuvieron los judíos. SE1 56.1

Lo que queremos es presentar la verdad ante el pueblo. SE1 56.2