Manuscritos Inéditos Tomo 2 (Contiene los manuscritos 97-161)

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Manuscrito 121—Los que actúan independientemente

Dios está enseñando, dirigiendo y guiando a su pueblo para que a su vez pueda enseñar, dirigir y orientar a otros. Habrá en el remanente de los últimos días, así como lo hubo en el antiguo Israel, quienes deseen actuar de modo independiente, que no estarán dispuestos a someterse a los dictados del Espíritu de Dios, y que no escucharán ni recomendaciones, ni consejos. Es menester que esas personas piensen en todo momento, que Dios tiene una iglesia en la tierra, en la que ha delegado poder. Hay quienes desean guiarse por su propio juicios independiente, rechazando los consejos y las amonestaciones; pero actuando así se apartarán de la fe y vendrá luego el desastre, y habrá almas arruinadas. 2MI 149.1

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Solicitado en 1954 para aconsejar a un grupo comprometido con un ministerio independiente. Los que hoy se han incorporado para apoyar y ensalzar la verdad de Dios, se agruparán mancomunados, unidos de corazón, mente y voz en defensa de la verdad. [...]

Es un engaño del enemigo hacer creer a alguien que puede tener éxito desvinculándose de las instituciones que Dios ha establecido, y trabajar de manera independiente utilizando una supuesta sabiduría propia. Aunque se alabe a sí mismo, afirmando que realiza la obra de Dios, al final esa persona no prosperará. Somos un cuerpo, y cada miembro debe estar unido al mismo; cada cual trabajando según sus talentos.— Carta 104, 1894, pp. 46 (a «Dear Brother Church» [Apreciado hermano Church], s. f.). 2MI 150.1

El Señor desearía que todos los que tengan parte en su obra, den testimonio del sagrado carácter de la verdad a través de sus vidas. El fin se acerca, y ahora es cuando Satanás va a hacer los máximos esfuerzos para que a cada cabeza se le ocurran ideas distintas que dispersen los intereses distrayéndonos de lo esencial. 2MI 150.2

Un ejército no puede hacer nada con éxito si sus diferentes elementos no actúan concertadamente. Si cada soldado actúa sin tomar en cuenta a los demás, el ejército pronto se desbandará. En vez de aunar energías mediante una acción coordinada, sería un desperdicio realizar esfuerzos faltos de cordura y propósito. Cristo oró para que sus discípulos fueran uno con él, así como él era uno con el Padre. [...] Aparte de las buenas cualidades que alguien pueda tener, no será un buen soldado si actúa por su cuenta. En ocasiones se podrá hacer el bien, pero a menudo el resultado será de poco valor; y con frecuen cia al final se verá que se hizo más mal que bien. Quienes actúan de modo independiente, hacen alardes de estar logrando algo, llaman la atención y brillan fugazmente para luego desaparecer. Todos debemos empujar en la misma dirección con el fin de prestar un servicio eficiente a la causa [...] 2MI 150.3

Dios requiere una acción concertada de parte de sus huestes, y con el fin de hacer esto en la iglesia es fundamental el dominio pro pio. Controlémonos pues.— Carta 11a, 1886, pp. 35 (al pastor E. P. Daniels y esposa, 6 de agosto de 1886). 2MI 150.4

En todo esfuerzo, en todo lugar donde la verdad haya penetrado, existe la necesidad de que se unifiquen diferentes ideas, talentos, planes y métodos. Todos deben esforzarse por obrar unidos, y por orar juntos. Cristo dice: «Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Pa dre que está en los cielos» [Mat. 18: 19]. Ningún obrero posee todos los conocimientos necesarios. Es preciso que se analicen los planes en conjunto. Nadie debería pensar que es capaz de administrar una entidad, en determinado lugar, sin ayuda de nadie. 2MI 150.5

Alguien puede que tenga buen criterio para algo, pero sea un completo desconocedor de otros aspectos. Eso hace que su labor sea deficiente. Se necesita el buen juicio de alguien ajeno, y con talento, para que se una a esos intentos. En la obra todos tenemos que actuar en completa armonía. Si alguien únicamente pueden trabajar con quienes están de acuerdo con él, siguiendo únicamente sus propios planes, será un fracaso. La obra tendrá deficiencias porque esos obreros no ha aprendido las lecciones de la escuela de Cristo que los capaciten para que cada uno se presente perfecto en Cristo Jesús. Todos deberíamos estar mejorando sin cesar. Tenemos que aprovechar toda oportunidad que se nos presente y sacar el máximo provecho de cada privilegio, hasta que estemos cada vez mejor capacitados para nuestra trascendental gran comisión. 2MI 151.1

Ahora bien, Dios ha colocado diferentes dones en la iglesia. Todos ellos son valiosos en el lugar que ocupan, y todos deben desempeñar una parte en el perfeccionamiento de los santos [se cita Efesios 4: 1116]. 2MI 151.2

Este es el mandato divino, y tenemos que actuar de acuerdo con sus precpetos y sus indicaciones, si es que pretendemos alcanzar el éxito. Dios únicamente aceptará aquellos esfuerzos que se realicen con buena voluntad y con sencillez de corazón, sin la intervención de preferencias personales ni por egoísmo.— Carta 66, 1886, pp. 1, 2 (a «My Brother Laborers at Lausanne» [Mis hermanos que trabajan en Lausana], s. f.). 2MI 151.3

No es una buena señal que haya quienes no se unan con sus hermanos, prefiriendo actuar solos; que no acepten a sus hermanos porque estos no se ajustan exactamente a su forma de pensar. Cuando los hombres lleven el yugo de Cristo, no podrán ir cada uno por su lado. Al llevar el yugo de Cristo, andarán con Cristo.— Manuscrito 56, 1898, p. 6 («The Need of Harmonious Action» [La necesidad de una acción armoniosa], 27 de abril de 1898). 2MI 151.4

Patrimonio White,

1960