Manuscritos Inéditos Tomo 2 (Contiene los manuscritos 97-161)
Manuscrito 142—Naturaleza y propósito de las escuelas adventistas
Las instituciones establecidas entre nosotros constituyen un estímulo y una continua apelación a las iglesias a perseverar en el amor de Dios. Aquí hay un lugar para que los jóvenes se inscriban como alumnos a fin de recibir instrucción respecto a las ciencias. Pero ¿será acaso eso toda su tarea? Si así fuera, ellos podrían matricularse en cualquier colegio de nuestro país. Así que eso no es todo.— Manuscrito 2, 1885, 2 (sermón pronunciado en el Tabernáculo de Battle Creek el 25 de julio de 1885). 2MI 207.1
El Creador de la naturaleza es el autor de la Biblia. La creación y el cristianismo tienen un mismo Dios. Todos los que se empeñan en la adquisición de conocimientos deberían esforzarse por alcanzar el más elevado nivel de progreso. Deben avanzar tan rápido y llegar tan lejos como puedan; su campo de estudios debe ser tan amplio como se lo permitan sus talentos, haciendo de Dios su sabiduría; aferrándose a él 2MI 207.2
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Solicitado por E. C. Walter, para utilizarlo en su tesis doctoral sobre la educación adventista. que tiene un conocimiento infinito; que puede revelar los secretos ocultos durante siglos; que puede resolver los problemas más difíciles para aquellos que creen en él, «el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible” [1 Tim. 6: 16].— Carta 67, 1894, p. 6 (a William W. Prescott, 18 de enero de 1894).
La actividad física, mental y espiritual tienen que formar parte de una correcta educación.— Carta 60, 1896, p. 5 (a Herbert Lacey, «Instruction to Schools” [Recomendaciones para las escuelas], 20 de diciembre de 1896). 2MI 208.1
Un maestro que posea un conocimiento inteligente de los mejores métodos, y que pueda enseñar no solo la teoría, sino demostrar con su ejemplo cómo deben hacerse las cosas; jamás será un artículo de poca venta en el mercado.— Manuscrito 61, 1897, 6 («Our School Work» [Nuestra obra educativa], 8 de junio, 1897). 2MI 208.2
Hay quien dice: «Si el fin de todo está cerca, ¿por qué ustedes están haciendo tantos preparativos para las escuelas?». Es justamente porque se acerca el fin que estamos invirtiendo recursos en edificios para escuelas. Deseamos exhortar a los jóvenes a que salgan de las ciudades donde Satanás ha moldeado las mentes humanas que están bajo su dominio y poder con la idea de que se opongan a todo lo que se relacione con una reforma.— Manuscrito 10a, 1898, p. 1 («The Necessity of Establishing Schools” [La necesidad de fundar escuelas], lº de febrero de 1898). 2MI 208.3
De acuerdo con la luz que se me ha dado, deben proveerse los medios para que nuestros jóvenes aprendan a usar herramientas de trabajo mientras asisten a la escuela. Los edificios deberían ser erigidos en los terrenos del recinto escolar por los mismos alumnos. Los jóvenes, mientras son dirigidos por obreros experimentados, carpinteros que estén capacitados para enseñar y que sean pacientes y bondadosos; deben aprender a construir en forma económica. Luego es básico que se impriman nuestros materiales en el lugar en que se encuentre nuestra principal institución educativa, y que deberíamos contar con una prensa y con cajas de tipos para que otro grupo de alumnos pueda ser adiestrado en manejar todo lo relacionado con la tipografía y las labores de prensista. 2MI 208.4
Repito, nuestros jóvenes, tanto varones como señoritas, deberían ser enseñados a cocinar en forma inteligente y a descartar todo lo relacionado con alimentos cárnicos.— Manuscrito 105, 1898, 14 («The Education Our Schools Should Give» [La educación que nuestras escuelas deberían brindar], 26 de agosto de 1898). 2MI 208.5
En sus tareas escolares no dediquen tiempo para aprender aquello que será de poca utilidad para ustedes en esta vida y en la venidera. En vez de esforzarse por dominar una lengua extranjera, primero empéñense en hablar correctamente su propio idioma. Asegúrense de que aprenden a llevar sus propias finanzas. Adquieran un conocimiento adecuado en esas ramas del saber que les permitan ser útiles en cualquier lugar.— Manuscrito 125, 1902, 5 («Words to Students» [Palabras a los alumnos], alocución presentada durante la apertura de la escuela de San Femando [California], lº de octubre de 1902). 2MI 209.1
La educación de la voz es una disciplina que debería enseñarse en toda institución empeñada en educar a los jóvenes.— Carta 367, 1904, pp. 2, 3 (a W. W. Simpson, 18 de septiembre de 1904). 2MI 209.2
El director de una escuela no puede trabajar a pleno rendimiento si sus intereses están divididos. El hermano Cady no puede dedicarse por completo a la escuela si permanece alejado de ella durante gran parte del tiempo, como ha sucedido anteriormente. La escuela requiere su presencia. La escuela no debería estar sometida a las in certidumbres que se producen cuando la persona que está al frente se ausenta. Quien se desempeñe como director de la escuela debería dedicar la mayor parte, si no todo su tiempo y energías a la institución. Debería estudiar y hacer planes para su éxito, poniendo todo su empeño en el esfuerzo para el progreso de la institución. 2MI 209.3
Es un error permitir que los alumnos elijan ellos mismos qué materias estudiarán. En años anteriores se cometió ese error en la escuela de Healdsburg. Como resultado, los alumnos que no habían llegado a dominar las materias básicas, se propusieron metas que por su preparación no podían alcanzar. Algunos que eran incapaces de hablar inglés correctamente pretendían estudiar idiomas extranjeros. Hablar y escribir correctamente nuestro propio idioma es más importante que el conocimiento de un idioma extranjero. 2MI 209.4
La importancia de la educación de la voz. Me ha sido mostrado que la educación de la voz es muy importante. Los alumnos deberían recibir un adiestramiento que los prepare para compartir el conocimiento que ellos reciben. A menos que se les enseñe a leer y hablar lentamente y con precisión, con claridad y con potencia, haciendo énfasis donde corresponda, ¿cómo podrán enseñar con buenos resultados? No se les debería permitir que hablen demasiado rápido, de modo que no se entienda lo que dicen. Cada palabra, cada sílaba, deberían ser bien vocalizada. 2MI 209.5
Se debe enseñar a los alumnos que no hablen utilizando la garganta, sino que empleen los músculos abdominales. La garganta es tan solo el canal por donde pasa la voz. Si los oradores aprendieran a utilizar la voz correctamente, no sufrirían tantos problemas de garganta. 2MI 210.1
A los que han de marchar al campo de labor como maestros o pastores se les debería enseñar a hablar de modo que susciten interés en las preciosas verdades que presentan. Puede que alguien, aunque no tenga muchos conocimientos, logre bastante si posee una voz tan bien modulada que comunique con claridad lo que conoce. Pero si alguien no puede expresar con seguridad lo que sabe, ¿de qué le sirve todo lo que ha aprendido, aunque su mente esté rebosante de ideas? 2MI 210.2
Profesor Cady: ¿Deberíamos conseguir un maestro especializado en la educación de la voz, o deberíamos distribuir la enseñanza de esta materia entre los demás profesores? 2MI 210.3
Elena G. de White: Lo prudente será hacer una prueba. Usted tendrá que hacer muchas pruebas antes de decidir cuáles serán los mejores métodos. Si conoce a alguien que esté especialmente calificado para ser maestro de voz, debería hacer lo posible para procurar sus servicios. Sé que la voz puede y debe educarse. El Señor desea que los maestros de nuestras escuelas den lo mejor de sí, y que enseñen a sus alumnos para que también hagan lo mismo. 2MI 210.4
La importancia de las materias básicas. Es fundamental que se enseñe a los alumnos a escribir correctamente y con claridad. Se les debe hacer que practiquen concienzudamente estos aspectos. Hay en puestos clave médicos, abogados, e incluso editores, que lo que escriben es prácticamente ilegible. Se cometió un gran error en su educación. 2MI 210.5
En lo que concierne a la educación, el progreso debe comenzar en el peldaño más bajo de la escalera. Hay muchos que creen que ha concluido su educación, pero presentan deficiencias en ortografía y en redacción, y tampoco pueden hablar o leer correctamente. Necesitan volver al principio y comenzar a ascender desde el primer peldaño de la escalera. 2MI 210.6
Cuando la educación de la voz, la lectura, la escritura y la ortografía ocupen en nuestras escuelas el lugar que les corresponde, se observará un gran mejoramiento. Estas asignaturas han sido descuidadas debido a que nuestros maestros no han reconocido la importancia que tienen. No obstante, son más importantes que el latín o el griego. No es que yo considere equivocado que se estudie latín o griego; pero considero que es incorrecto descuidar las materias que constituyen la base de la educación, con el fin de recargar la mente con el estudio las lenguas clásicas. 2MI 210.7
Las calificaciones. El sistema de calificaciones escolares es un impedimento para el real progreso de los alumnos. Algunos alumnos son más lentos al principio, y el maestro debe actuar con mucha paciencia. Esos mismos alumnos, sin embargo, al cabo de poco tiempo aprenden tan rápido que sorprenden al educador. Otros quizá aparenten ser muy despiertos, pero el tiempo mostrará que han florecido mucho antes de tiempo. No es recomendable confinar a los niños en forma rígida a un esquema de calificaciones escolares. 2MI 211.1
Alonzo T. Jones : Cuanto antes se descarten las calificaciones, mejor será; de manera que el maestro pueda compenetrarse con los niños. 2MI 211.2
Elena G. de White : Comprendo que habrá que buscar un sistema mejor tan pronto como nuestros maestros hayan aprendido los verdaderos principios de la educación. [...] 2MI 211.3
Ustedes han comenzado bien. Los alumnos deben realizar trabajos al aire libre, de forma que sus músculos se mantengan en buen estado y el cerebro se en buena situación. La salud mental depende de la salud de las demás partes de la maquinaria humana. No hay que desanimarse porque los departamentos industriales hayan incurrido en pérdidas. Esta experiencia puede ahorrarles pérdidas mayores en el futuro. Trabajar en las industrias es una gran ayuda y bendición para los alumnos. [...] La positiva influencia que el trabajo manual ha ejercido sobre los alumnos compensa sobradamente el déficit financiero, y aunque el déficit hubiera sido diez veces mayor habría valido la pena. Hasta el día del juicio no sabremos cuántas almas ha contribuido a salvar este trabajo. Satanás siempre encuentra alguna maldad para las manos ociosas. Sin embargo, cuando los alumnos se mantienen ocupados en trabajos manuales, el Señor tiene la oportunidad de influir en su vidas.— Manuscrito 69, 1903, pp. 14, 79 (Alocución presentada por Elena G. de White durante una reunión de la Junta Directiva del Colegio de Healdsburg [California], «Instruction Regarding School Work» [Consejos respecto a la obra en las escuelas], 7 de julio de 1903). 2MI 211.4
Patrimonio White,
29 de agosto de 1962