Manuscritos Inéditos Tomo 2 (Contiene los manuscritos 97-161)

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Manuscrito 138—La elección del presidente de la Asociación General

Me temo que nuestros hermanos no se dan cuenta de las muchas obligaciones que los dirigentes de la Asociación General deben asumir. Reciben muchas, muchas cartas de todas partes, solicitando consejos y ayuda. Individuos de todos los ámbitos de la obra están convencidos de que deben recibir la asistencia de la Asociación General. También los obreros que han permanecido durante mucho tiempo en la verdad ejercen toda su influencia sobre el presidente de la Asociación General, enviándole pedidos urgentes de recursos, o para solicitar que use su influencia personal para recaudarlos.— Manuscrito 68, 1904, 1 («General Conference Men Unduly Burdened» [Los dirigentes de la Asociación General sobrecargados innecesariamente], 30 de junio de 1904). 2MI 193.1

Entiendo que el pastor Daniells ha sido elegido como presidente de la Asociación General y el pastor Irwin como vicepresidente. Este acuerdo parece ser satisfactorio para todos. [En los párrafos eliminados, la Sra. de White argumenta en cuanto a la evangelización de las grandes ciudades]. [...] El pastor Daniells ha ocupado una difícil posición durante muchos meses, además de que no se debe colocar la carga de la presidencia sobre una sola persona. La luz que se me ha dado es que convendría que no menos de tres hombres se unan en esta labor. Un solo hombre no ha de realizar todo el trabajo.— Carta 137, 1905, pp. 1, 2 (a la Sra. G. A. Irwin, 18 de mayo de 1905). 2MI 194.1

He recibido sus cartas respecto al congreso celebrado en Nueva York, y a los esfuerzos que se hacen a favor de las multitudes que residen en las grandes ciudades. También he leído sus cartas del 4 y del 5 de agosto dirigidas a William C. White. Tuve la intención de contestar sus misivas de inmediato, pero he estado con una carga de trabajo tan grande que pensé que debía esperar para escribirle con calma. 2MI 194.2

La posición que usted ha asumido está del lado del Señor y quisiera animarlo diciéndole que siga adelante, como al principio, utilizando su puesto como presidente de la Asociación General para el avance de la obra que hemos sido llamados a realizar. De esa manera desalentará al enemigo. Usted necesitará toda la influencia que el Señor imparte como máximo dirigente, para así estimular a sus compañeros en la tarea de emprender la obra en las ciudades, y para llevarla adelante en una forma racional. 2MI 194.3

Me alegro por la carta que me ha enviado, informándonos lo que está haciendo. La luz que tengo de parte del Señor es que esa misma experiencia la necesitarán los demás. Usted podrá, no solamente asumir la tarea por sí mismo, sino también ejercer su influencia como presidente de la Asociación General para marchar al frente de la labor que el Señor ha ordenado que se lleve a cabo.— Carta 68, 1910, p. 1 (a Arthur G. Daniells, 11 de agosto de 1910). 2MI 194.4

Patrimonio White,

19 de abril de 1962