Manuscritos Inéditos Tomo 1 (Contiene los manuscritos 19-96)

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Manuscrito 34—La obra en Boston

Me preocupan las grandes ciudades del Este. Además de Nueva York, donde usted trabajó el verano pasado, está la gran ciudad de Boston, cerca de la cual se encuentra el Sanatorio de Melrose. Y no sé de otro lugar donde exista mayor necesidad de hacer empezar la labor que Boston y Portland, Maine, donde los primeros mensajes se predicaron con poder, pero donde ahora hay solamente un puñado de nuestro pueblo.— Carta 4, 1910, p. 1 (al Dr. D. H. Kress, 13 de enero de 1910). MI1 129.1

Se me ha indicado Boston como un lugar en el que se debe trabajar con fidelidad. Debe brillar la luz en las afueras y en las partes más céntricas. Este sanatorio es una de las mayores infraestructuras que pueden emplearse para alcanzar a Boston con la verdad. La ciudad y sus barrios periféricos deben oír el último mensaje de misericordia que ha de darse a nuestro mundo. Deben celebrarse reuniones en carpas en MI1 129.2

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Solicitado por el pastor C. A. Reeves, que estaba a punto de emprender una campaña de evangelización en Boston. muchos lugares. Los obreros deben dar el mejor uso posible a los talentos que Dios les ha dado. Los dones de la gracia aumentarán mediante un uso sensato. Pero no debe haber ni la más mínima exaltación propia. No hay que establecer directrices rígidas. Que el Espíritu Santo dirija a los obreros. Han de seguir recurriendo a Jesús, autor y consumador de su fe. La labor para esa gran ciudad estará señalada por la revelación del Espíritu Santo, si todos quieren andar humildemente con Dios.

El que trabaja para Dios no queda sin Modelo; tiene el ejemplo que, si lo sigue, hará del obrero «un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres” (1 Cor. 4: 9). Se le manda que glorifique a Dios cumpliendo objetivos y propósitos desinteresados.— Ms 84, 1904, pp. 3, 4 («The Melrose Sanitarium» [El Sanatorio de Melrose], 21 de agosto de 1904). MI1 130.1

Siento una honda preocupación porque Boston oiga la palabra del Señor y las razones de nuestra fe. Pida al Señor que suscite obreros para que trabajen allí. Pídale que suscite obreros que puedan obtener acceso a los habitantes de Boston. Hay que proclamar a gran voz el mensaje. Hay miles de personas en Boston que anhelan la verdad sencilla tal como es en Jesús. ¿No puede usted, que ministra la Palabra y la doctrina, preparar el camino para que esta verdad llegue a las almas? ¡Ardo en deseos de ver la obra del Espíritu Santo en las mentes humanas!.— Carta 25, 1905, p. 1 (a A. E. Place, 17 de enero de 1905). MI1 130.2

Hermano Place, el Señor requiere que se trabaje en la ciudad de Boston. Si usted avanza por fe, Dios lo bendecirá abundantemente. No es preciso que haya una gran demostración externa, sino trabajar con discreción y seriedad. El Señor ayudará a sus obreros humildes y fervientes. Esfuércese con toda dedicación. Diga continuamente: «No fracasaré ni me desanimaré”.— Carta 202, 1906, p. 2 (a A. E. Place, 26 de junio de 1906). MI1 130.3

Hermano mío, me siento angustiada por la ciudad de Boston. Ruego al Señor que suscite el espíritu misionero entre nuestro pueblo para trabajar por esta ciudad y sus barrios periféricos. Oro para que suscite obreros que den el último mensaje de advertencia y que puedan recogerse de allí gavillas para la gran cosecha. [...] Hoy debería haber mil obreros trabajando en Boston.— Carta 12, 1907, pp. 1, 2 (al hermano Nicola y su esposa, 23 de enero de 1907). MI1 130.4

Boston me ha sido señalado reiteradas veces como un lugar en el que se debe trabajar fielmente. Debe brillar la luz en la periferia de la ciudad y en lo más céntrico de ella. El Sanatorio de Melrose es uno de los mejores instrumentos que puedan emplearse para alcanzar a Boston con la verdad. La ciudad y sus aledaños deben oír el último mensaje de misericordia que ha de darse a nuestro mundo. Deben celebrarse reuniones en carpas en muchos lugares. Los obreros deben dar el mejor uso posible a los talentos que Dios les ha dado. Los dones de la gracia aumentarán mediante un uso sensato. Pero no debe haber exaltación propia alguna. No hay que establecer directrices rígidas. Que el Espíritu Santo dirija a los obreros. Han de seguir recurriendo a Jesús, autor y consumador de su fe. La labor para esa gran ciudad estará señalada por la revelación del Espíritu Santo, si todos quieren andar humildemente con Dios. [...] MI1 130.5

Esperamos que los responsables de la obra en Nueva Inglaterra cooperen con los administradores del Sanatorio de Melrose en dar pasos firmes llevando adelante la obra que debe ser hecha en Boston. Cien obreros podrían trabajar con éxito en diferentes partes de la ciudad y en diversas líneas de servicio. MI1 131.1

Los terribles desastres que se están produciendo en las grandes ciudades deberían despertarnos para emprender una intensa actividad y proclamar el mensaje de advertencia a la población de esas congestionadas urbes mientras sigamos teniendo ocasión. El momento más favorable para la presentación de nuestro mensaje en las ciudades ya ha pasado. El pecado y la maldad están aumentando rápidamente; y ahora tenemos que recuperar el tiempo perdido trabajando con mucha mayor dedicación.— Carta 148, 1906, pp. 3, 4 (al Dr. C. C. Nicola, 14 de mayo de 1906). MI1 131.2

El Señor obrará con poder. Mientras nos esforcemos por realizar nuestra parte con fidelidad, hará que Boston oiga el mensaje de la verdad presente. Hemos de cooperar con él para llevar esto a cabo, hermano mío y hermana mía, y él los ayudará, los fortalecerá y animará sus corazones mediante la salvación de muchas preciosas almas.— Ms 59, 1908, p. 15 («The New England Sanitarium» [El Sanatorio de Nueva Inglaterra], 1908). MI1 131.3

Patrimonio White, Washington, D. C., 23 de septiembre de 1945