Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209)
Manuscrito 183 - Lealtad a Cristo
Ha llegado el momento de la expansión y el crecimiento del pueblo de Dios. Durante años, las tendencias retrógradas de muchos han entorpecido muchísimo la obra de Dios. 3MI 197.1
Ahora, precisamente ahora, el pueblo del Señor ha de mostrar su lealtad. Ha llegado el momento en que el Señor querría que todos los que lo honren tomen su puesto firmemente del lado de la verdad y la justicia. Ya no hemos de ser una multitud mixta. Los que profesen ser seguidores de la palabra de Dios deben ser sinceros, puros y santos. 3MI 197.2
«¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano! Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 3MI 197.3
»“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos”, dice Jehová. 3MI 197.4
»“Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 3MI 198.1
»“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que come, 3MI 198.2
»“así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié”» (Isa. 55: 6-11). 3MI 198.3
Se me ha indicado que diga que el Señor dará gracia a todos los que se aparten de su injusticia y rompan con el temperamento taimado que los ha tenido cautivos. Las bendiciones del cielo no pueden ser compradas con cosas materiales. No es preciso que nadie que deponga las armas de su milicia y se ponga en armonía con la verdad de Jesucristo, rindiendo el alma, el cuerpo y el espíritu a Aquel que lo compró con el precio de su propia sangre desespere de la misericordia de Dios. 3MI 198.4
No podemos permitimos jugar con la salvación de nuestra alma [...]. Ahora [Dios] llama a su pueblo a realizar una obra cabal y a eliminar toda piedra de tropiezo. Despejemos el camino para nuestro Dios.— Manuscrito 106, 1905, pp. 8-10 («Llamamiento a la lealtad», 20 de noviembre de 1905). 3MI 198.5
Patrimonio White,
diciembre de 1965