Un Ministerio Para Las Ciudades

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Capitulo 8 - Cómo Trabajar Dentro Y Fuera De Las Ciudades

Algunos deben vivir en ciudades para trabajar por los demás. El propósito de Satanás es atraer a hombres y mujeres a las ciudades y, para conseguir este objetivo, inventa toda clase de novedades y diversiones, toda clase de emociones. Hoy, las ciudades de la Tierra se están pareciendo cada vez más a las ciudades antes del diluvio. MLC 115.1

Deberíamos llevar una carga continua, a medida que vemos el cumplimiento de las palabras de Cristo: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mat. 24:37). En los días antes del diluvio, se inventaron toda clase de diversiones para hacer que los hombres y las mujeres se olvidaran del pecado. Hoy, en 1908, Satanás está trabajando con intensidad a fin de que imperen las mismas con-diciones del mal. Y la Tierra se está corrompiendo. La libertad religiosa será poco respetada por los profesos cristianos, porque muchos de ellos no tienen noción de las cosas espirituales. MLC 115.2

No podemos dejar de ver que el fin del mundo está próximo. Satanás está trabajando en la mente de los hombres y las mujeres, y muchos parecen estar llenos de deseos de divertirse y emocionarse. Como ocurría en los días de Noé, toda clase de mal va en aumento. El divorcio y el matrimonio están a la orden del día. En un momento como este, el pueblo que trata de guardar los Mandamientos de Dios tendría que buscar lugares apartados fuera de las ciudades. Algunos deben quedarse en las ciudades con el objetivo de dar la última nota de advertencia, pero esto se volverá cada vez más peligroso de hacer. Sin embargo, la verdad para hoy debe llegar al mundo; la verdad que fue pronunciada por los labios de Aquel que comprendía el fin desde el principio.- Manuscrito 85, 1908 (Manuscript Releases, t. 10, pp. 261, 262). MLC 115.3

Los miembros laicos se mudarán a las ciudades para dirigir la obra de evangelización. A nuestro alrededor hay ciudades y pueblos en los cuales no se hace ningún esfuerzo para salvar almas. ¿Por qué no se establecen en estas ciudades y pueblos algunas familias que conocen la verdad presente, a fin de implantar allí el estandarte de Cristo, trabajando con humildad, no según sus propios métodos, sino según los métodos de Dios para llevar la luz a los que no la conocen?... Habrá miembros laicos que se mudarán a pueblos y ciudades, y a lugares aparentemente apartados, con el propósito de permitir que la luz que Dios les ha dado brille e ilumine a los demás. Algunos de aquellos con quienes se encuentren no parecerán ser las personas más promisorias, pero la única pregunta será: ¿Llegarán a estar en armonía con Cristo? ¿Llegarán a ser partícipes de su espíritu, de manera que su influencia, por precepto y ejemplo, presente los atractivos del Autor de la verdad y la justicia?- Review and Herald, 29 de septiembre de 1891 (Servicio cristiano, p. 225). MLC 116.1

Las instituciones deben ubicarse fuera de las ciudades; las iglesias deben establecerse dentro de ellas. Repetidas veces el Señor me ha instruido que debemos trabajar las ciudades desde centros de avanzada. En estas ciudades debemos tener casas de culto, como monumentos para Dios; pero las instituciones para la publicación de nuestra literatura, para sanar enfermos y para capacitar obreros deben establecerse fuera de las ciudades. Especialmente, es importante que nuestros jóvenes sean protegidos de las tentaciones de la vida urbana. MLC 116.2

Es en armonía con esta instrucción que se han comprado y re dedicado centros de reuniones en Washington D.C. y en Nashville, mientras que las casas editoras y los sanatorios en estos centros se han establecido fuera del centro congestionado de las ciudades, como puestos de avanzada. Ese es el plan que se ha seguido para llevar al campo otras casas editoras y sanatorios, y que ahora es seguido en Gran Bretaña, en relación con la casa editora de Londres y también la escuela de capacitación allí. Ahora tenemos la oportunidad de avanzar en las abundantes providencias de Dios, al ayudar a nuestros hermanos en este y otros centros importantes a establecer la obra sobre una base firme, para que pueda llevarse adelante con solidez.- Special Testimonies, serie B, N° 8, pp. 7, 8. (1907) MLC 116.3

Las Iglesias

Las iglesias tienen que establecerse en las ciudades. En toda ciudad donde se proclame la verdad, deben fundarse iglesias. En algunas ciudades grandes, debe haber iglesias en varias partes de la ciudad. En ciertos lugares se ofrecerán salones de reunión a un precio razonable, los cuales pueden comprarse ventajosamente.- Carta 168, 1909 (El ministerio médico, p. 410). (Para información adicional, ver el capítulo 10: “Cómo plantar iglesias en las ciudades”.) MLC 117.1

Las Misiones Urbanas *

Cada ciudad debería tener una misión urbana. Aunque se ha entrado en algunos lugares, tendrían que establecerse muchos centros donde se empleea a cientos de obreros. En toda ciudad debería existir una misión que fuera una escuela de preparación para obreros. Muchos de nuestros hermanos pueden ser condenados a la vista de Dios porque no han hecho la misma obra que Dios quería que hicieran.- Carta 56, 1910 (parcialmente en El ministerio médico, p. 403). MLC 117.2

La obra samaritana debe servir a aquellos que la sociedad ignora. En la tarea de presentar la verdad, ninguna cosa servirá mejor para dar carácter a la obra que la ayuda que se preste a la gente en el lugar donde esta se encuentra, tal como lo hizo el samaritano. La obra debidamente conducida para salvar a los pobres pecadores que han sido pasados por alto por las iglesias constituirá la cuña de entrada donde la verdad hallará lugar permanente. MLC 117.3

Hay que establecer un orden diferente de cosas entre nosotros como pueblo y, al hacer esta clase de obra, se creará una atmósfera completamente distinta, que rodeará las almas de los obreros, porque el Espíritu Santo se comunica con todos los que se ocupan en el servicio de Dios; y los que reciben la influencia del Espíritu Santo constituirán un poder para el bien, que elevará, fortalecerá y salvará a las almas que están a punto de perecer.- Manuscrito 14a, 1897 (El evangelismo, p. 413). MLC 118.1

La misión urbana acrecentará otros llamados para ayudar. En nuestras ciudades, tenemos un vasto territorio para trabajar. Cuando se establezca una misión en una ciudad, llegarán llamados para obreros del país circundante. Según la luz que recibí, durante los últimos treinta años no se ha hecho ni siquiera la milésima parte de lo que tendría que haberse realizado. Podrían haberse puesto en funcionamiento los planes para una obra agresiva.- Carta 176, 1901. MLC 118.2

Instituciones Educativas

Deben establecerse escuelas de iglesia en las ciudades. Se puede hacer mucho más para salvar y educar a los hijos de quienes actualmente no pueden salir de las ciudades. Este es un tema digno de nuestros mejores esfuerzos. Se deben establecer escuelas de iglesia para los niños de las ciudades, y en conexión con estas escuelas, tiene que hacerse provisión para la enseñanza de estudios superiores donde se los requiera. Estas escuelas pueden administrarse de forma tal que, una parte unida a la otra, sean un conjunto completo.-- Manuscrito 129, 1903 (Manuscript Releases, t. 10, p. 258). MLC 118.3

Se anima a los padres a enviar a sus hijos a las escuelas de iglesia. La iglesia tiene una obra especial que hacer en cuanto a educar MLC 118.4

y preparar a sus niños para que, mientras asisten a la escuela o se relacionan con otras personas, no sientan la influencia de los de hábitos corruptos. El mundo está lleno de iniquidad y se desprecian los requerimientos de Dios. Las ciudades han llegado a ser como Sodoma, y nuestros hijos están diariamente expuestos a muchos males. Quienes asisten a escuelas estatales se asocian a menudo con otros más descuidados que ellos, a quienes, fuera del tiempo que pasan en el aula de clases, se les deja obtener una educación callejera. Los corazones de los jóvenes se impresionan fácilmente; y, a menos que quienes los rodean sean de carácter correcto, Satanás empleará a los niños descuidados para influir en aquellos que son educados más cuidadosamente. De esta manera, antes de que los padres observadores del sábado sepan lo que está su-cediendo, sus hijos habrán aprendido las lecciones de la depravación, y se habrán corrompido sus almas.- Consejos para los maestros, padres y alumnos, p. 180. (1913) MLC 119.1

Es importante educar a los alumnos en el campo * para salvar su alma. Los padres deben comprender que la educación de sus hijos constituye una obra importante en la salvación de las almas. El campo ofrece oportunidad para una abundante ejercitación en la práctica de hacer lo que debe ser hecho, y proporcionará salud física mediante el desarrollo de los nervios y los músculos. “Fuera de las ciudades” es mi mensaje para la educación de nuestros hijos.- Manuscrito 85, 1908 (Mensajes selectos, t. 2, p. 407). MLC 119.2

Los Sanatorios **

Los sanatorios deben alcanzar a todas las clases. Sobre nosotros ha resplandecido una gran luz. Pero ¡cuán poco reflejamos esa luz ante el mundo! Hay ángeles celestiales que esperan que los seres humanos colaboren con ellos en la obra de promover los principios de la verdad en forma práctica. Una gran parte de esta tarea será realizada por medio de las actividades de nuestros sanatorios y por otros diversos medios. Estas instituciones están llamadas a ser monumentos para Dios, donde su poder sanador alcance a todas las clases: a encumbrados y bajos, a ricos y pobres. Cada dólar que se invierta en esta obra, en el nombre de Cristo se transformará en una bendición tanto para el dador como para la humanidad sufriente.- Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 60. (1902) MLC 119.3

No deben establecerse sanatorios y colegios* en las ciudades. Se me han presentado cosas que considero de gran importancia. Se ha dado luz en cuanto a que nuestras instituciones no tienen que establecerse en medio de las ciudades. Tan grande es la maldad de estas ciudades que mucho de lo que ven los ojos y escuchan los oídos tiene una influencia desmoralizadora. Especialmente, nuestras escuelas y sanatorios deberían ubicarse fuera de las ciudades, en lugares donde puedan conseguirse terrenos... MLC 120.1

Sería un error que compremos o construyamos grandes edificios en las ciudades del sur de California para la obra médica; y aquellos que ven ventajas en hacer esto no están avanzando con conocimiento de causa. Debe hacerse una gran obra a fin de preparar a estas ciudades para oír el mensaje evangélico; pero, esta obra no tiene que hacerse situando en ellas grandes edificios para llevar adelante alguna iniciativa maravillosa. -Manuscrito 114, 1902 (Manuscript Releases, t. 10, pp. 209-211). MLC 120.2

Es mejor si los sanatorios se ubican en el campo. Las instituciones para el cuidado de los enfermos tendrían mucho mayor éxito si pudieran establecerse fuera de las ciudades. En cuanto sea posible, todos los que quieran recuperar la salud deben ir al campo, a gozar de los beneficios de la vida al aire libre. La naturaleza es el médico de Dios. El aire puro, la alegre luz del sol, las flores y los árboles, los huertos y los viñedos, y el ejercicio al aire libre en medio de esas bellezas favorecen la salud y la vida.- El ministerio de curación, p. 202. (1905) MLC 120.3

La delincuencia urbana aumenta la necesidad de establecer sanatorios en las montañas. Al acercarnos al fin del tiempo, las ciudades se volverán cada vez más corruptas, y cada vez más indeseables como lugares para establecer centros de nuestra obra. Los peligros de viajar aumentarán; abundarán la confusión y la ebriedad. Si se pueden encontrar lugares en regiones montañosas retiradas, donde sea difícil que entren los males de la ciudad, que nuestro pueblo adquiera esos terrenos para nuestros sanatorios y colegios avanzados.- Manuscrito 85, 1908 (Manuscript ReZeases, t. 10, p. 260). MLC 121.1

Los edificios de los sanatorios deben promover la salud y la felicidad, no la extravagancia. Como hizo Enoc, tenemos que trabajar en las ciudades, pero no vivir en ellas. Nada que sepa a extravagancia debe verse en el gasto de recursos para edificación o mobiliario por tener la expectativa de recibir donaciones. Busquen un lugar que tenga una atmósfera favorable y lleven adelante su obra, pero mantengan distancia de las residencias de los gobernantes del país. Ejerzan las facultades dadas por Dios para la gente que necesita ser elevada. En lo posible, debemos adquirir, para el sanatorio, un lugar que no esté muy habitado, donde haya tierra que pueda cultivarse. No se hará nada para ostentar. Mediante una economía estricta, debemos mostrar que entendemos que somos extranjeros y peregrinos en la Tierra... MLC 121.2

Al construir nuestros edificios, debemos mantenernos apartados de los grandes hombres del mundo y, entonces, permitir que ellos busquen la ayuda que necesitan, alejándose de sus colegas a localidades más retiradas. Que centren su atención en un pueblo que ama y teme a Dios. Si el sanatorio no está cerca de las casas de los ricos, no tendrán oportunidad de hacer comentarios desfavorables al respecto, porque se entiende que es un lugar que recibe a la humanidad doliente de todas las clases... MLC 121.3

¿Qué se necesita para obtener éxito? ¿Un edificio grande y costoso? Si fuera así, no podríamos alcanzar el éxito. Pero, esto no brinda el éxito. Es la atmósfera de la gracia que rodea el alma del creyente, el Espíritu Santo que obra sobre la mente y el corazón, lo que lo hace sabor de vida para vida y permite que Dios bendiga su obra. Dios reunirá a su familia de obreros mediante la simpatía común, el afecto puro. El amor y el respeto mutuos tienen una influencia contundente y son un ejemplo de la piedad práctica. La incredulidad es fría y repulsiva, oscura y adusta, y solo puede negar y destruir; mientras que la obra de la fe bajo toda circunstancia puede levantar la cabeza con dignidad consciente y una confianza firme en Dios. Incluso los corazones jóvenes pueden revelar una belleza y una gloria sorprendentes en el sendero de la abnegación y del sacrificio, al seguir por donde Cristo muestra el camino, levantando su cruz y llevándola tras él hasta el hogar de su Padre en el cielo, andando por el camino dispuesto para los rescatados del Señor... MLC 122.1

Que todos nuestros edificios estén preparados para la salud y la felicidad, dispuestos de manera que se ahorre todo paso innecesario. Que el sanatorio esté ubicado de modo que los pacientes tengan los beneficios del sol. Tendría que haber un hogar a leña en cada habitación donde vivan los pacientes. Esta disposición interior del edificio debe hacerse aunque no esté en línea exacta con los caminos u otros edificios. Las habitaciones deberían amueblarse con sillas cómodas, que no sean todas del mismo modelo. Los resultados serán mucho más satisfactorios si se rompe con la precisión del mobiliario. Dios nos ha dado un plan para esto en la variedad de formas y colores que se ven en las cosas de la naturaleza. Es necesario utilizar los recursos para obtener muebles cómodos y relajados. Los pacientes estarán mucho más satisfechos con ellos que si todos los muebles fuesen exactamente iguales.- Manuscrito 85, 1899 (Manuscript Releases, t. 10, pp. 241-247). MLC 122.2

Deberían considerarse las propiedades adecuadas para sanatorios. En otros sitios importantes se ofrecerán a la venta propiedades especialmente aptas para la obra de los sanatorios. Las ventajas de estas se deben considerar cuidadosamente. MLC 123.1

A fin de adquirir algunos de estos lugares para nuestra obra, será necesario economizar los recursos, sin hacer desembolsos extravagantes en un solo punto. La misma sencillez de los edificios que utilicemos será una lección que en armonía con las verdades que tenemos que presentar. Para la obra de nuestros sanatorios, debemos conseguir edificios cuya apariencia y presentación sean una demostración de los principios de la salud.- Carta 168, 1909 (El ministerio médico, p. 410). MLC 123.2

Aprobación denegada para construir un sanatorio en la ciudad. Con la luz que he recibido en cuanto a los sanatorios donde los enfermos deben tratarse, no puedo dar ninguna palabra de consejo acerca de apiñarse en la ciudad; yo no puedo. Sin embargo, a otros les puede parecer muy diferente. Pero, con la luz que tengo, no podría aconsejar que sitúen un edificio en la ciudad. Usted [F. B. Moran] está fuera de la ciudad, lo sé. Usted está afuera, por un lado. Eso cambia la perspectiva en parte; pero más allá de eso, yo no podría decir nada. No podría darle ningún consejo. Tendrán que arreglar esto entre ustedes, porque yo no podría aconsejarles que construyan un sanatorio en nin-guna ciudad. No podría, porque me ha sido presentado en forma muy inconfundible el hecho de que, cuando se construye un sanatorio, este debe estar ubicado donde pueda cumplir con el propósito previsto, el objetivo para el que se estableció .- Manuscrito 173, 1902 (Manuscript Releases, t. 10, p. 250). MLC 123.3

Restaurantes Vegetarianos

Tienen que establecerse restaurantes vegetarianos en las ciudades. Dios quiere que se establezcan restaurantes en las ciudades. Si son administrados en forma adecuada, estos llegarán a ser centros misioneros. En estos restaurantes, debería haber publicaciones a mano, listas para regalárselas a quienes son clientes del establecimiento. MLC 123.4

A menudo surge la pregunta: ¿Tienen que abrir en sábado estos restaurantes? La respuesta es: “No, no”. El sábado es nuestra marca y señal, y no debería ser anulado. Recientemente, recibí luz especial sobre este tema. Se harán esfuerzos para que los restaurantes abran en sábado, pero no tiene que hacer.- Manuscrito 30, 1903 (Sermons and Talks, t. 2, p. 226). MLC 124.1

Los restaurantes vegetarianos deben enseñar principios de una vida correcta. Es necesario que nuestros restaurantes estén en las ciudades porque, de otro modo, los obreros que trabajan en ellos no podrían alcanzar a la gente y enseñarles los principios que rigen la vida sana. Y por ahora tenemos que utilizar salones de reuniones en las ciudades. Pero, dentro de no mucho tiempo, habrá tal contienda y confusión en las ciudades que aquellos que deseen salir de ellas no podrán hacerlo. Tenemos que estar preparados para estos acontecimientos.-General Conference Bulletin, 6 de abril de 1903, p. 88; Review and Herald, 4 de abril de 1903 ( Mensajes selectos, t. 2, p. 162). MLC 124.2

Los obreros deben compartir el alimento espiritual en los restaurantes. Los obreros de nuestros restaurantes deben prepararse para la futura vida inmortal. Que adquieran la capacidad y el tacto a fin de preparar alimento espiritual para las almas de los hombres y las mujeres de estas grandes ciudades. Velen por las almas como quienes deben dar cuenta. Las ciudades tienen que ser amonestadas, y estos jóvenes y señoritas deberían recordar que el tiempo es precioso. El mundo está aumentando en maldad como en los días de Noé.- Carta 279, 1905 (A Call to Medical Evangelism and Health Education, p. 22). MLC 124.3

Deben dictarse clases de cocina. Cada uno de estos restaurantes debería ser una escuela. Es necesario que sus obreros se estén estudiando y experimentando constantemente, con el fin de mejorar la preparación de los alimentos saludables. Esta obra de instrucción debe poder llevarse a cabo en las ciudades en una escala mucho mayor que en los lugares pequeños. Pero, dondequiera que haya una iglesia, debería darse instrucción relativa a la preparación de alimentos sencillos y saludables, para beneficio de los que desean vivir de acuerdo con los principios de la reforma de la salud. Y los feligreses deben impartir la luz que reciben sobre estos asuntos a los habitantes de su vecindario. - Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 111. (1902) MLC 124.4

Los restaurantes de primera clase darán lugar a consultas. Se me ha indicado que una de las principales razones por las cuales deben establecerse restaurantes vegetarianos y salas de tratamiento en los grandes centros es que, por este medio, se atraerá la atención de hombres importantes al mensaje del tercer ángel. Al notar que estos restaurantes son dirigidos de una manera completamente distinta del modo en que se manejan los comunes, ciertos hombres de inteligencia empezarán a averiguar las razones de esta diferencia en los métodos comerciales, e investigarán los principios que nos inducen a servir alimentos superiores. Así, serán llevados a conocer el mensaje para este tiempo.- Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 120. (1902) MLC 125.1

Hay que proveer literatura espiritual gratuita. Se debe ofrecer material de lectura a la gente que acude a nuestros restaurantes. Se les ha de llamar la atención hacia nuestras publicaciones sobre temperancia y reforma alimentaria, y también se les deben proveer de folletos que contengan las lecciones de Cristo. Toda nuestra feligresía debe participar en la responsabilidad de proveer dichos materiales de lectura. A cada cliente se le tiene que dar algo para leer. Puede suceder que muchas personas no lean el folleto; sin embargo, algunos de ellos pueden estar buscando la luz. Estos leerán y estudiarán lo que se les dé, y luego lo pasarán a otros.- Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 115. (1902) MLC 125.2

En las reuniones campestres, * deben funcionar restaurantes para los que no son miembros. Es necesario que, en los campestres, haya un restaurante donde los pobres puedan conseguir alimento saludable, bien preparado y lo más económico posible. También, tendría que haber otro restaurante en el que se prepare especialmente comida para la educación de los de afuera, donde ellos puedan ver una representación de la dieta de la reforma pro salud.- Pacific Union Recorder, 23 de octubre de 1902. MLC 126.1

Salas De Tratamiento

Las salas de tratamiento y los restaurantes vegetarianos deben asociarse. Se me ha mostrado que, en muchas ciudades, es aconsejable que un restaurante funcione en conexión con las salas de tratamiento. Ambas instituciones pueden colaborar en la tarea de levantar en alto los principios rectos. Junto con estas, a veces es aconsejable tener salas que sean aptas como albergues para los enfermos. MLC 126.2

Estos establecimientos servirán como semilleros para los sanatorios localizados en el campo.- Testimonios para la iglesia , t. 7, p. 61. (1902) MLC 126.3