Mensajera del Señor

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Los principios teológicos son eternos

Las nuevas verdades no convierten a las antiguas en obsoletas. Las “percepciones” de la verdad, sin embargo, cambian tan pronto como se descubre nueva información o cuando se reconozca que las presuposiciones pueden haber sido defectuosas. Pero dos más dos siempre será igual a cuatro, y el hecho de que Cristo fue crucificado y resucitado no puede alterarse mediante “una discusión abierta y libre”. MDS 531.5

Ciertamente la verdad ha sido como una flor que se abre o como el crecimiento de un árbol. Su principio organizador está incrustado en su semilla. Cada etapa de desarrollo muestra una nueva estructura. Las ramas del árbol y los pétalos de la flor son el desarrollo natural del propósito unificador de la semilla original. Los pétalos de la flor no serán en parte de margarita y en parte de tulipán. El tronco de un roble no tendrá las ramas de un pino. Los elementos de la verdad son reconocidos por su coherencia; en otras palabras, la verdad, al desarrollarse, no se contradice a sí misma. MDS 531.6

Como hemos descubierto, Elena de White ha sido una guía para sus hermanos adventistas y para los muchos miles que han encontrado a Cristo mediante sus escritos. Su propia experiencia de 70 años reflejó la realidad del constante desarrollo de la verdad. Tal vez ella expresó este principio más claramente que sus contemporáneos: “Las verdades de la redención son susceptibles de constante desarrollo y expansión... En cada época hay un nuevo desarrollo de la verdad, un mensaje de Dios al pueblo de esa generación. Las viejas verdades son todas esenciales; la nueva verdad no es independiente de la vieja, sino un desarrollo de ella. Es únicamente comprendiendo las viejas verdades como podemos entender las nuevas”. 17 MDS 531.7

Así, al mirar hada atrás, Elena de White vio de qué manera las estacas de la verdad eran clavadas profundamente en la experiencia del Movimiento Adventista. 18 Ella miraba hacia adelante al alargamiento de las cuer- MDS 531.8

das que estaban unidas tan firmemente con esas estacas. Era una dirigente orientada hacia el futuro, que confiaba en la configuración de la verdad en proceso de desarrollo: “No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada”. 19 MDS 532.1