Mensajera del Señor

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¿Qué diremos del plagio?24

El abogado Vincent L. Ramik, de la firma legal de Diller, Ramik y Wight, Washington, MDS 459.1

D.C., examinó el aspecto legal de la acusación que Elena de White cayó en plagio. En su informe del 14 de agosto de 1981, después de dedicar más de 300 horas a la investigación de 1.000 casos relevantes en la historia legal de los Estados Unidos, llegó a la conclusión de que “Elena G. de White no era una plagiaría y sus obras no constituyeron una violación [de las leyes] de copyright/o de privacía”. 25 MDS 459.2

Ramik observó: “En ninguna parte hemos encontrado que los libros de Elena de White tengan virtualmente el ‘mismo plan y carácter’ que los de sus predecesores. Ni hemos encontrado, ui sus críticos han hecho referencia a ninguna intención de Elena de White de sustituir... [a otros autores] en el mercado con la misma clase de lectores y compradores”. MDS 459.3

Al continuar con sus declaraciones, Ramik señaló que la Sra. White “modificó, exaltó y mejoró” los escritos de otros en una manera ética como también legal. 26 MDS 459.4

Ramik llegó a sus conclusiones después de muchas horas de leer los libros de Elena de White, así como también aquellos que fueron usados en sus escritos. Además, leyó el material escrito por críticos, desde D. M. Canright hasta el presente. Comenzó su estudio con una mente llena de prejuicios, debido a ciertos artículos de diarios de fines de la década de 1970 y comienzos de la de 1980. Pero experimentó un cambio de 180 grados después de leer los libros de ella, los de los críticos y lo que dice la jurisprudencia: “Fue la lectura de los mensajes que hay en sus escritos lo que cambió mi opinión... Creo que los críticos se equivocaron grandemente al concentrarse en los escritos de la Sra. White, en vez de concentrarse en los mensajes que hay en los escritos de la Sra. White... ¡La Sra. White me conmovió! Soy un católico romano; pero, sea católico, protestante o lo que sea, ella me conmovió. Y creo que sus escritos debieran conmover a cualquiera, a menos que esté permanentemente prejuiciado y no se deje persuadir”. 27 MDS 459.5

Cuando se le preguntó qué quería decir por “mensaje”, Ramik replicó: “El mensaje es lo que es crucial. El crítico lee una oración y no le encuentra ningún significado; hasta puede sacarla de su contexto, y lo hace a menudo. Pero lea todo el mensaje. ¿Cuál es la intención del autor? ¿Qué dice realmente el autor? De dónde vienen las palabras no es realmente tan importante. ¿Cuál es el mensaje en esto? Si se hace caso omiso del mensaje, ni aun la Biblia es digna de ser leída, en ese sentido de la palabra”. 28 MDS 459.6

En respuesta a una pregunta concerniente a la ética de la Sra. White al usar materiales de otros sin declarar públicamente de dónde los obtuvo, Ramik declaró, después de notar algunos procedimientos legales: “Elena de White usó los escritos de otros; pero en la manera en que los usó, los convirtió singularmente en suyos, éticamente, como también legalmente. Y lo interesante es que invariablemente mejoró aquello que ‘seleccionó’... Ella permaneció bien dentro de los límites legales del ‘uso correcto’, y en todo momento creó algo que era sustancialmente mucho mejor (y aun más hermoso) que la mera suma de las partes constitutivas. Y pienso que la tragedia final es que los críticos no llegaron a ver esto”. 29 MDS 459.7

Ramik encontró interesante y “absurdo” que, a veces, los críticos acusaban a Elena de White de copiar de libros “que ella públicamente instaba a sus lectores a conseguir... y leer... por ellos mismos”. 30 MDS 459.8

Y sin embargo las preguntas persisten. ¿Ha quedado la iglesia en silencio hasta recientemente respecto al uso de fuentes por parte de Elena de White? ¿Ha tratado alguien de ocultar deliberadamente los hechos? ¿Habría sido mejor haber conocido esta información a lo largo de los años? ¿El hecho de haber probado que Elena de White no violó las leyes del plagio deja aclaradas todas las preguntas respecto a su integridad y autoridad como una mensajera usada divinamente? MDS 459.9

Respecto al silencio o al ocultamiento de los hechos, los registros muestran que a través de los años la iglesia ha tratado de comu- nicar los hechos a su feligresía. 31 Sin embargo. por diversas razones, la información no se publicó en forma efectiva o fue recibida con indiferencia. Como en muchas otras áreas, siempre es más fácil mirar hacia atrás y acusar a otros que ayudar a resolver las inquietudes presentes. MDS 459.10

Sin embargo, el registro no guarda silencio. En el congreso de la Asociación General de 1899 realizado en South Lancaster, Massachusetts, A. T. Jones resumió así sus observaciones respecto al método de escribir de Elena de White: “Hay declaraciones que son verdaderas y que Dios ha inducido al hombre a que las escribiese. El espíritu de profecía [según se ha manifestado en Elena de White] selecciona esas gemas de verdad perfecta de entre el contorno en el que no todo es cierto, y las coloca en el marco en donde todo es verdad, de modo que pueden resplandecer en su verdadero brillo propio”. 32 MDS 460.1

En el congreso de la Asociación General de 1913, W. C. White habló claramente sobre muchos aspectos del ministerio de su madre como escritora, incluyendo cómo fue escrito El Deseado de todas las gentes.33 MDS 460.2

W. C. White y Dores Robinson, que representaban al Centro White, trataron de explicar lo que todos vemos más claramente hoy en día. En un documento de 1933, “Brief Statements Regarding the Writings of Ellen G. White” (Breves declaraciones respecto a los escritos de Elena G. de White), ellos escribieron en cuanto a cómo el Señor le había aconsejado a la Sra. White que buscase libros que proveyesen “gemas de verdad expresadas concisamente”. Además, ella tenía “la seguridad divina que se la guiaría para distinguir lo verdadero de lo falso”. MDS 460.3

De hecho, dijeron cómo la Sra. White “no hizo ningún esfuerzo para encubrir el hecho que había copiado declaraciones de otros escritores que armonizaban exactamente con su propósito. Y en sus manuscritos escritos a mano, la mayoría de los pasajes que habían sido copiados palabra por palabra, estaban marcados entre comillas”. Luego reseñaron el proceso de impresión e hicieron la siguiente observación: “Surgió la pregunta: ¿Cómo serán manejados estos pasajes? Se requeriría mucho tiempo para estudiar cada pasaje y marcarlo en forma consecuente. Los impresores esperaban el texto, y el público esperaba el libro. Entonces se decidió excluir totalmente los signos de comillas. Y de esa manera se imprimió el libro”. 34 En la actualidad nosotros le hubiéramos prestado más atención al uso de las comillas. 35 MDS 460.4

Probablemente la falta de discusión entre los adventistas en cuanto a la deuda de Elena de White respecto a ciertas fuentes literarias se debió, en parte, a una falta de comprensión de cómo funcionaba la inspiración, tanto en los escritores bíblicos como en el ministerio de Elena de White. El concepto predominante entre los cristianos conservadores del siglo XIX (como lo es entre muchos cristianos conservadores modernos) era que los profetas eran inspirados literalmente (inspiración verbal) y no en su pensamiento (inspiración del pensamiento). 36 A la mayoría de los ministros y miembros de iglesia probablemente nunca se les ocurrió pensar de otra manera. Pero sólo un medio paso inconsciente separa la inspiración verbal del error mayor de que la “inspiración” significa que no hay una aportación humana, que el profeta habla sólo palabras “divinas”. MDS 460.5

Otra razón fue que los primeros adventistas vivían con la profetisa. La oían hablar a menudo, seguían sus instrucciones en intervalos claves en el establecimiento de la mayoría de las empresas denominacionales, y recibían una gran bendición con sus “mensajes” contenidos en sus periódicos. MDS 460.6