Mensajera del Señor

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Los principios bíblicos no tienen valor a menos que sean internalizados

Actitudes.Una de las lecciones más importantes que debe aprenderse de la experiencia de 1888 es que Elena de White estaba más interesada en vivir la verdad que en discutirla. Hizo eso claro en muchas ocasiones. Si un estudiante de la Biblia estaba motivado por un espíritu opuesto al de Cristo, eso le sugería a ella que algo erróneo podría estar pasando con su teología. 17 MDS 417.7

Otro evento cargado de emoción ocurrió el día anterior al congreso de la Asociación General de 1901 en Battle Creek. Los delegados enfrentaban muchos desafíos, pero probablemente el mayor era la necesidad de reorganizar la Asociación General la cual, por muchos años, involucraba solamente a unos pocos dirigentes con demasiada autoridad. Elena de White la llamaba “un poder de gobierno real, semejante a un rey ”. 18 Junto a este problema fundamental, los dirigentes debían enfrentar la enorme deuda denominacional, la cantidad y clase de impresión comercial que se estaba haciendo en la Review and Herald, y el creciente desacuerdo con el Dr. Kellogg. MDS 417.8

Sin embargo, debajo de todos estos problemas visibles fluía una corriente de inercia con respecto al cambio. Esta inercia no sólo se resistía a mejores reglamentos para el gobierno de la iglesia sino también a una mentalidad abierta hacia la verdad presente y a una profundización de las actitudes espirituales. Elena de White les recordó a los dirigentes el consejo que les había dado por años: “Se ha dicho suficiente, vez tras vez, tras vez, pero esto no hizo ninguna diferencia. La luz brilló sobre ellos, y otra vez ellos profesaron aceptarla, pero no efectuaron ningún cambio. Eso es lo que me alarma ”. La raíz de este problema espiritual era que el consejo de la Sra. White, aunque se lo usaba a menudo, era aplicado erróneamente para acomodarlo a un punto de vista particular, mientras que los principios eran ignorados: “El [Dios] quiere que comáis sus principios, que viváis sus principios; pero aquellos que ahora están allí [los dirigentes de la iglesia de entonces] nunca los apreciarán. Ellos han tenido su prueba,... han recibido sus amonestaciones, y ahora debe ocurrir un cambio ”. 19 MDS 418.1

Elena de White no quería más que fingieran estar de acuerdo con sus consejos: “Dejad totalmente a un lado a la Hna. White... Nunca volváis a citar mis palabras mientras viváis, hasta que podáis obedecer la Biblia. Cuando toméis la Biblia y hagáis de ella vuestro alimento... y la hagáis los elementos de vuestro carácter, cuando podáis hacer aso sabréis mejor cómo recibir algún consejo de Dios. Pero aquí está Ja Palabra, exaltada hoy ante vosotros. Y no repitáis más la canción de que ‘la Hna. White dijo’, ‘la Hna. White dijo esto’ y ‘la Hna. White dijo aquello’, y ‘la Hna. White dijo lo demás allá’. Pero decid, ‘Así dijo el Señor Dios de Israel’, y entonces haced exactamente lo que el Señor Dios de Israel hace y lo que él dice ”. 20 MDS 418.2

Ella quería que los dirigentes de la iglesia viviesen los principios del Evangelio, no para esconderse detrás de citas de la Sra. White como si cumpliendo algunos de sus consejos sobre el trabajo de la iglesia pudiesen compensar por su falta de carácter cristiano. Los muchos testimonios de ella respecto a la unión indivisible de la obra médicomisionera con el ministerio habían sido generalmente ignorados. Su consejo en cuanto a la relación entre la mente y un cuerpo sano también había sido en gran medida desatendido. 21 MDS 418.3

En este marco de Battle Creek en 1901, Elena de White no estaba analizando la relación entre sus escritos y el desarrollo de la doctrina cuando dijo más adelante: “No citéis a la Hna. White. No quiero que jamás citéis a la Hna. White hasta que alcancéis una posición ventajosa en la que sepáis dónde estáis... Citad la Biblia. Hablad de la Biblia. Está llena de alimento... Llevadla a la práctica en vuestra vida, y conoceréis más de la Biblia que lo que conocéis ahora... Y yo os pido que os pongáis la armadura, cada parte de ella, y os aseguréis que vuestros pies están calzados con el apresto del Evangelio ”. 22 Ella les estaba simplemente diciendo a estos dirigentes de la iglesia que era un yerro apelar a sus escritos por cualquier propósito que fuese cuando, hablando en términos generales, no estaban internalizando los principios del Evangelio encontrados ya sea en la Biblia o en sus escritos. Vivir el Evangelio era más importante que “hacer el papel de dirigir la iglesia”, no importa cuántas citas sobre el Evangelio hubiera en sus cabezas. MDS 418.4