Mensajera del Señor

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Las actitudes hacen la diferencia

Sin embargo, ella reconocía que había problemas en la comunicación. “Las mentes que difieren en educación y pensamiento reciben impresiones diferentes de las mismas palabras”. Por lo tanto, “es difícil que, por medio del lenguaje, una persona le dé a otra, de diferente temperamento, educación y hábitos de pensamiento, exactamente las mismas ideas en cuanto a lo que es claro y nítido en su propia mente. Sin embargo, para los hombres honrados y de mentalidad recta, [un autor]... puede... transmitir su significado para todos los fines prácticos”. Pero si el lector “no es sincero y no desea ver y comprender la verdad, dará vuelta sus palabras y lenguaje... para que se adapte a sus propios propósitos”.12 MDS 374.2

Elena de White lamentaba que algunos distorsionaban sus escritos al igual que hacían con la Biblia: “Esta es la forma en que son tratados mis escritos por los que desean entenderlos mal y pervertirlos... En la misma forma en que tratan lo escrito en mis artículos publicados y en mis libros, así tratan la Biblia los escépticos e incrédulos. La leen de acuerdo con su deseo de pervertir, aplicar mal o voluntariamente distorsionar las declaraciones de su verdadero significado”. 13 MDS 374.3

Un problema que tuvo Jesús con los diri gentes religiosos de sus días fue que ellos usaron erróneamente el Antiguo Testamento, abusaron de él, y por ello no reconocieron a Jesús como su Mesías. Elena de White indicó que estos dirigentes “no” estaban “acostumbrados a aceptar la Palabra de Dios tal como reza, o a permitir que fuese su propio intérprete”. Los dirigentes judíos leían el Antiguo Testamento “a la luz de sus máximas y tradiciones... Se volvieron con aversión de la verdad de Dios a las tradiciones de los hombres”. 14 MDS 374.4

La actitud de uno al leer la Biblia es fundamental para una comprensión correcta de lo que significa la Biblia. Esto es más importante que una preparación erudita. Los dirigentes judíos con su erudición no reconocieron a Jesús. Elena de White recalcó en muchas ocasiones que “el egoísmo nos impide contemplar a Dios. El espíritu que trata de complacerse a sí mismo juzga a Dios como enteramente igual a sí. A menos que hayamos renunciado a esto, no podemos comprender a Aquel que es amor”. 15 Ella dio esta promesa: “Todo aquel que escudriña las Escritoras diligente y pacientemente para poder educar a otros y emprende la tarea correctamente y con un corazón honesto, depositando a la puerta de la investigación sus ideas preconcebidas, cualesquiera puedan haber sido, y sus prejuicios hereditarios, obtendrá verdadero conocimiento”.16 MDS 374.5

En resumen, Elena de White proveyó varias sugerencias sobre cómo estudiar para encontrar la verdad: MDS 374.6

• Debiéramos invitar al Espíritu Santo para que nos ayude en nuestro estudio. 17 MDS 374.7

• Debemos estar dispuestos a obedecer la verdad.18 MDS 374.8

• Debemos tener una mente abierta, incluso preparada para renunciar a opiniones sustentadas previamente. 19 MDS 374.9

• ebiéramos anticipar el descubrimiento de verdades nuevas. 20 MDS 374.10

• ebiéramos esperar luz “nueva” que armonice con verdades antiguas. 21 MDS 374.11

• Una interpretación puede estar equivocada si está acompañada de un espíritu que no es semejante a Cristo. En el contexto de la sesión del congreso de la Asociación Gene ral de 1888, Elena de White escribió a los que todavía tenían una actitud antagonista hacia ella y hacia los pastores Jones y Waggoner: “Estos testimonios del Espíritu de Dios, los frutos del Espíritu de Dios, no tienen peso a menos que reciban el sello de vuestras ideas sobre la ley en Gálatas. Siento temor de vosotros y de vuestra interpretación de cualquier [pasaje de la] Escritura que ha sido manifestada con un espíritu no cristiano como el que vosotros habéis mostrado y que me ha costado tanto trabajo innecesario... Que vuestra cautela se ejercite mostrando temor no sea que estéis cometiendo el pecado contra el Espíritu Santo... Siento temor de cualquier aplicación de la Escritura que necesite tal espíritu y lleve tal fruto como el que vosotros habéis manifestado”.22 MDS 374.12