Mensajera del Señor

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Primer adventista preocupado por la salud

Parece que José Bates, ese infatigable ex capitán de barco, fue el primero y, por algún tiempo, el único dirigente adventista que había comprendido y aceptado los principios de la salud y la causa de la enfermedad. Sobre la base de la observación y la experiencia personal, en 1824 (a la edad de 32 años) había decidido abstenerse “de todas las bebidas intoxicantes”. Anteriormente había renunciado al tabaco en todas sus formas. Después de otros siete años, decidió no beber té o café. Probablemente las conferencias de Sylvester Graham, que había escrito que “tanto el té como el café están entre los venenos más poderosos del reino vegetal”, confirmaron sus observaciones. 25 Por 1843 Bates había renunciado a alimentos con carne. 26 MDS 280.3

Sin embargo, aunque fue un mil lenta leal y más tarde un apóstol enérgico del séptimo día como día de reposo, Bates aparentemente no era un evangelista de la reforma pro salud. No expresó por escrito sus creencias firmes en la reforma pro salud ni trató de persuadir personalmente a sus asociados. 27 Pero tuvo mucho éxito, mediante su folleto sobre el sábado, en convencer a Jaime y Elena White en 1846 que el séptimo día es el día de reposo del cuarto mandamiento. De allí en adelante, Bates y los White fueron dirigentes intrépidos del “rebaño esparcido”. MDS 280.4