Mensajera del Señor

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No claro sobre la personalidad de Dios

Durante este período, Elena de White le escribió al Dr. Kellogg lo siguiente: “Usted no está completamente claro con respecto a la personalidad de Dios, lo cual es todo para nosotros como pueblo. Usted virtualmente ha destruido al mismo Señor Dios”. MDS 202.1

Unos pocos días más tarde continuó: “Sus ideas son tan místicas que destruyen la sustancia verdadera y las mentes de algunos se están confundiendo respecto al fundamento de nuestra fe. Si usted permite que su mente se desvíe de esta manera, le dará un molde equivocado a la obra que nos ha hecho lo que somos”. 42 MDS 202.2

Pero la Sra. White no enfrentó abiertamente al doctor en las sesiones del congreso. Se le dijo en visión que “no debía decir nada que provocase confusión y contienda en el congreso”. Toda la controversia debía desarrollarse más ampliamente de modo que todas las personas afectadas viesen con más claridad los problemas que estaban en juego. 43 MDS 202.3

Ignorando su consejo, el Dr. Kellogg había publicado 5.000 ejemplares de The Living Temple mediante un impresor comercial. Ahora más personas del público en general podían ver directamente por qué los dirigentes de la iglesia habían estado preocupados. Se formaron bandos opuestos; los que estaban a favor consideraban que esta “nueva luz” conducía a una experiencia religiosa más profunda; los que se oponían consideraban que contribuía al desmantelamiento de la doctrina del santuario, creaba confusión respecto a la función del Espíritu Santo y empañaba la verdad concerniente a las distintas personalidades de la Deidad. Durante todo el verano Elena de White permaneció callada. MDS 202.4

Cuando el 7 de octubre se inició el Concilio Otoñal de la Asociación General en Washington, D C., todos sabían que tendría que enfrentarse la controversia con Kellogg y la cuestión de The Living Temple. Entre los que apoyaban a Kellogg estaban E. J. Waggoner, A. T. Jones y David Paulson, un médico joven. 44 Después de una animada sesión de todo el día y de una reunión por la noche, Daniells regresó a su casa para encontrarse con un gru po de personas que lo estaban esperando. El primer saludo que le dieron fue: “¡Ha llegado liberación! Hay dos mensajes de la Sra. While”. MDS 202.5

Los mensajes eran claros, concisos e inequívocos: “Esos conceptos [The Living Temple] no tienen la aprobación de Dios. Son una trampa que el enemigo ha preparado para estos últimos días... La huella de la verdad y ace cerca de la huella del error, y pueden parecerles una misma a aquellos cuyas mentes no están dirigidas por el Espíritu Santo, y por lo tanto no disciernen rápidamente la diferencia entre la verdad y el error”. 45 MDS 202.6

Cuando estos mensajes se leyeron en el Concilio al día siguiente, definieron el asunto para la mayoría de los que estaban vacilando. Daniells le escribió inmediatamente a Elena de White, diciéndole en parte: “Nunca hubo mensajes de Dios que se necesitaron más como en esta ocasión; y nunca hubo mensajes enviados por él a su pueblo que fuesen más directos y específicos que los que usted nos ha enviado. Fueron exactamente lo que necesitábamos y llegaron justo en el momento apropiado... El conflicto era severo y no sabíamos cómo resultarían las cosas. Pero llegó su mensaje claro, definido, hermoso, y definió la controversia. No digo que todos los bandos entraron en una relación de perfecta armonía, peto el mensaje les dio fortaleza a aquellos que permanecieron del lado correcto para mantenerse firmes y no ceder”. MDS 202.7

Nuevamente en la carta, Daniells destacó el hecho de que el mensaje llegó notablemente en el momento oportuno: “El Dr. Kellogg había estado dos o tres días con nosotros. Su actitud había suscitado cierta confusión en la mente de una cantidad de nuestros ministros, hombres que en realidad no saben en qué posición se encuentran. Su mensaje llegó justamente en el día correcto; un día antes habría sido demasiado temprano”. 46 MDS 202.8