Mensajera del Señor

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A menudo las visiones públicas cambiaban a escépticos en creyentes

Durante varias décadas, contemporáneos de Elena de White la observaban en visión y describían por escrito esos eventos impresionantes. Las visiones públicas a menudo cambiaban a escépticos, incluso a adversarios, en creyentes. MDS 144.4

José Bates fue uno de los primeros y más prominentes escépticos que se volvió creyente. 2 Junto con otros que se habían enterado sólo por rumores en cuanto a las primeras visiones de Elena de White, Bates no estaba convencido de que sus visiones “fuesen de Dios”. 3 En ese entonces las visiones se confundían con sesiones espiritistas o mesmerismo. Bates pensaba que no eran “más que un fenómeno resultante de la prolongada debilidad corporal de quien las recibía”. 4 Pero cambió su opinión después de observarla en varias visiones. MDS 144.5

Una visión, en particular, lo impresionó. En noviembre de 1846, en el hogar de Stockbridge Howland en Topsham, Maine, se había reunido un pequeño grupo de observadores del sábado. Entre ellos estaban José Bates y los White. Elena de White fue arrebatada en visión y “por primera vez contempló otros planetas”. Después de la visión relató lo que había visto. MDS 144.6

Bates, un astrónomo aficionado, le preguntó si alguna vez había estudiado astronomía. Estaba atónito por lo que había oído y dijo: “Esto es del Señor”. Más adelante, después de observar varias otras visiones, escribió en un pequeño folleto: “Agradezco a Dios por la oportunidad que he tenido junto con otros de presenciar estas cosas... Creo que la obra [de la Sra. White] es de Dios, y que se da para confortar y fortalecer a su pueblo esparcido, atribulado y sometido a burlas” 5 MDS 144.7

Elena de White nunca escribió esta “visión de astronomía”. Nunca identificó por nombre los planetas que vio, ni mencionó la cantidad de lunas que alguno de los planetas puede haber tenido. Pero Bates le puso los nombres de los planetas según lo que él pen- saba que Elena de White estaba describiendo, y otros, incluyendo Jaime White, informaron lo que Bates parecía haber comprendido de los breves comentarios de ella. En la actualidad los telescopios revelan mucho más sobre los planetas, el número de sus lunas y otros fenómenos celestes que lo que Bates jamás podría haber soñado. Lo que realmente lo asombró no fue la descripción de los “planetas”, sino lo que la Sra. White describió sobre la “abertura en el cielo”, una referencia al así llamado “espacio abierto en Orión”. Se ha informado que él dijo que la descripción de ella “superaba por lejos cualquier relato sobre la abertura en el cielo que él hubiese leído alguna vez de cualquier autor”.6 MDS 144.8