Mensajera del Señor

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Una intérprete de la verdad con sentido común

Uno de los principios básicos para obtener un cuadro real de Elena de White (como también de la intención de sus escritos) es el de estudiar el momento, el lugar y las circunstancias en que escribió. 14 MDS 95.4

En otras palabras, lo que Elena de White rogaba a lo largo de su ministerio era que se usase sentido común. La feligresía de la escuela de iglesia en Santa Helena, California, en 1904, por ejemplo, tenía un problema. Algunos sentían fuertemente que no debía hacerse ninguna provisión para los niños menores de diez años. ¿Por qué? Porque la Sra. White había aconsejado algunos años antes que “los padres debían ser los únicos maestros de sus hijos hasta que llegasen a los ocho o diez años de edad”. 15 Otros sentían que sería mejor que algunos niños estuviesen en la escuela en vez de que vagabundeasen por la villa mientras sus padres trabajaban en el hospital o que por alguna otra razón no pudiesen supervisarlos. MDS 95.5

El problema no se limitaba a Santa Helena; se estaban estableciendo escuelas de iglesia por todo el mundo doquiera los adventistas organizaban iglesias. De modo que en todas partes surgía la pregunta: ¿Qué haremos con el consejo de la Sra. White respecto a cuándo los niños deben empezar a ir a la escuela? MDS 95.6

Elena de White estaba en esa reunión de la junta directiva de la escuela de Santa Helena (fue celebrada en su casa en ElMdshaven) y tomó la iniciativa para resolver el problema Recapituló su consejo que había subrayado frecuentemente en cuanto a la responsabilidad de los padres y la firme disciplina en el hogar. Luego indicó que ella también había observado la negligencia de los padres, con ciertos niños que corrían sueltos (especialmente en los jardines del sanatorio), con “ojos penetrantes, ojos de lince, vagando sin nada que hacer... haciendo travesuras”: ¡no era la mejor recomendación del comportamiento adventista para las visitas del sanatorio! MDS 95.7

Considerando las circunstancias, ella dijo: “Lo mejor que puede hacerse es tener una escuela... para aquellos que debieran estar sometidos a la influencia restrictiva que un maestro puede ejerce”. MDS 95.8

Luego explicó su declaración anterior en cuanto a mantener a los niños fuera de la escuela hasta que tuvieran diez años, una enseñanza que algunos estaban tratando fielmente de implementar. Ella habló claramente: “Quisiera decirles que no había ninguna escuela observadora del sábado cuando se me dio la luz de que los niños no debían asistir a la escuela hasta que tuviesen suficiente edad como para ser instruidos. Se les debiera enseñar en el hogar cuáles son los modales debidos que han de tener cuando vayan a la escuela y así no descamarse. La maldad reinante en las escuelas comunes es casi más de lo que se puede concebir. Esa es la realidad”. MDS 95.9

Ella prosiguió expresando su preocupación por aquellos que hacen una aplicación irrazonable de sus escritos: “Mi mente se ha perturbado grandemente respecto a la idea, ‘Pues la Hna. White ha dicho así y asá... y por lo tanto vamos a hacer exactamente eso’. Dios quiere que todos tengamos sentido común y que razonemos en base al sentido común. Las circunstancias alteran las condiciones. Las circunstancias cambian la relación de las cosas”. 16 MDS 96.1

Entre las palabras claves que mejor describen a la verdadera Elena de White, debemos incluir “sentido común”. Los principios que ella dio a conocer fueron claros, oportunos y permanentes. Pero su aplicación requería un sentido común santificado. MDS 96.2

Elena de White comprendió bien la elipse de la verdad. 17 Sabía que la teología sin el sentido común y un estilo de vida correspondiente podía crear prejuicios contra el Evangelio. En todos sus escritos ella recalcó que las palabras y los hechos, la doctrina y la vida nunca debieran separarse. 18 MDS 96.3

El sentido común no es para negar el consejo bíblico; el sentido común santificado aplica las verdades inmutables a la situación humana, teniendo en consideración todas las circunstancias. El sentido común no rebaja las instrucciones de Dios respecto al pensamiento y a la conducta del hombre; eleva a la gente hacia dichas instrucciones, dentro de las capacidades y posibilidades de tiempo, lugar y circunstancia. Los principios son eternos; su aplicación requiere sentido común. En una oportunidad, cuando se le preguntó sobre ciertas prácticas de la escuela sabática, Elena de White contestó: “Exactamente; ése no es el lugar apropiado para ello. Hay que hacerlo, pero tiene su tiempo y lugar”. 19 MDS 96.4

Por ejemplo, ella escribió extensamente sobre los principios de salud. Mencionó claramente ciertas prácticas de salud que estaban muy adelantadas con respecto al pensamiento convencional de su tiempo. Pero estos principios deben entenderse y aplicarse mediante el sentido común. MDS 96.5

Respecto a la práctica de comer dos veces por día, escribió: “Algunos comen tres veces por día, cuando dos comidas favorecerían más la salud física y espiritual”. 20Pero también escribió: “La costumbre de comer sólo dos veces al día es reconocida generalmente como beneficiosa para la salud. Sin embargo, en algunas circunstancias, habrá personas que requieran una tercera comida”. 21 MDS 96.6

Revelando aún más ampliamente su sentido común, escribió en 1903: “Yo como sólo dos comidas por día. Pero no creo que el número de comidas debe servir de prueba. Si hay quienes se sienten mejor de salud cuando comen tres comidas, es su privilegio hacerlo”. 22 MDS 96.7