Elena De White: Mujer De Visión

46/444

JAIME WHITE SE UNE AL LLAMADO DEL ORDEN EVANGÉLICO

Durante el mes de diciembre Jaime White unió su voz a la de su esposa Elena a través de cuatro editoriales en la Review. Bajo el mismo título, “Orden Evangé lico”, se abordó la cuestión en una forma práctica. En el primer editorial señaló la contusión que existe cuando se pasa por alto el orden evangélico. El resultado es una “perfecta Babilonia”. ¿Era la respuesta tener un credo? “¿Cuál es la condición real de las iglesias que tienen la ayuda de todos sus credos?” MV 76.11

Él presentó entonces su posición básica: MV 77.1

Estamos a favor del orden y la disciplina estricta en la iglesia de Cristo. Y mientras rechazamos todos los credos humanos, o plataformas, que han fracasado para lograr el orden expuesto en el Evangelio, tomamos la Biblia, la regla perfecta de fe y práctica, dada por inspiración de Dios. Esta será nuestra plataforma sobre la cual permanecer, nuestro credo y disciplina (RH, 13 de diciembre, 1853). MV 77.2

En el segundo editorial Jaime White hizo claro que veía una tarea grande por delante para llegar al “orden evangélico en la iglesia” y para preservarlo, pero declaró que “debe lograrse y se lo logrará”. MV 77.3

En el tercer editorial él se refirió al “llamamiento, las calificaciones y los deberes de un ministro evangélico”. Afirmó que la “acción unida de la iglesia relativa a aquellos que asumen el cuidado del rebaño tendría una influencia poderosa para unir a la iglesia en amor” (Id20 de diciembre, 1853). MV 77.4

El cuarto editorial hizo resaltar las responsabilidades de los miembros de iglesia en forma individual para prestar apoyo tanto con las oraciones como con las finanzas. MV 77.5

La serie concluyó con las palabras del apóstol Pablo en Romanos 12:1-18, en las que se exponía el ideal de Dios para su pueblo. Elena y Jaime White habían sembrado la semilla; llevaría tiempo para madurar. Lo que se escribió tendía a reprimir una tendencia a la desunión en las filas de los creyentes. Otro factor, algo que no disfrutaban las otras iglesias, era la influencia guiadora y restrictiva de las visiones, que los creyentes aceptaban que poseían autoridad. La interacción entre la instrucción de la Biblia y los mensajes del espíritu de profecía alcanzó su plena dimensión cuando unos pocos años más tarde se consumó la organización de. la iglesia. MV 77.6

Aunque Elena de White había escrito y publicado con cierta extensión sobre la necesidad del orden al administrar la obra de la iglesia (ver PE, pp. 97104), y Jaime White había mantenido viva dicha necesidad ante los creyentes mediante discursos y artículos de la Review, la iglesia avanzaba lentamente. Lo que se había presentado en términos generales era bien recibido, pero cuando llegaba el momento de convertir esto en algo constructivo había resistencia y oposición. Los breves artículos de Jaime White en el mes de febrero despertaron a muchos de su suficiencia propia, y ahora se estaba comentando bastante el asunto. MV 77.7

J. N. Loughborough, que estaba trabajando con White en Michigan, fue el primero en responder. Sus palabras tenían un carácter afirmativo, pero las expresó a la defensiva: MV 77.8

Alguien dice: Si usted se organiza como para poseer propiedades en forma legal, usted será una parte de Babilonia. No; yo entiendo que hay una gran diferencia entre estar en una posición que nos permite proteger nuestra propiedad por ley y usar la ley para proteger e imponer nuestros puntos de vista religiosos. Si está mal proteger la propiedad de la iglesia, ¿por qué no está mal que los individuos tengan posesión legal de cualquier propiedad? (RH, 8 de marzo, 1860). MV 78.1