Elena De White: Mujer De Visión
LA FE ES RECOMPENSADA: ENFRENTANDO LOS PAGOS
El 26 de julio, el día fatídico cuando se debía hacer el segundo pago sobre la propiedad de Loma Linda, amaneció sin que el dinero estuviese a la vista. Si no se hacía el pago para las 2:00 p.m., se perderían la propiedad y los $5.000 iniciales. ¿Llegaría una liberación o el enemigo tendría éxito en causar la derrota? Se había convocado a una reunión del comité de la Asociación para esa mañana en Los Angeles, en su nueva oficina en el segundo piso de la Calle 257 South Hill (PUR, 22 de junio, 1905). Una pesada nube de perplejidad pendía sobre la asamblea. Algunos sentían que las circunstancias justificaban las dudas que habían albergado desde el comienzo. Otros, contó el pastor Burden, “recordaban las palabras claras que habían venido a través de los Testimonios, y se negaron a admitir que habría un fracaso” (SIIM, p. 358). Mientras buscaban una liberación, alguien sugirió que todavía no había llegado la correspondencia de la mañana y que quizás llegaría un alivio de esa fuente. MV 494.5
El pastor Burden cuenta la reconfortante historia: MV 494.6
Poco después de esto se oyó al cartero que subía las escaleras. Abrió la puerta y entregó la correspondencia. Entre las cartas había una que llevaba el sello de Atlantic City, Nueva Jersey. MV 495.1
Se abrió la carta y se encontró que contenía un giro por $5.000, justo la cantidad necesaria para el pago. MV 495.2
Obvio es decirlo, los sentimientos de aquellos que habían tenido una actitud crítica cambiaron rápidamente. Los ojos se llenaron de lágrimas, y uno que había criticado en forma especial fue el primero en romper el silencio. Con voz temblorosa, dijo: “Parece que el Señor está en este asunto”. “Ciertamente lo está —fue la respuesta— y él nos llevará hasta la victoria”. La influencia que permeaba la sala ese día silenció el espíritu de crítica. Fue tan solemne como el día del juicio (Ibíd.). MV 495.3
Entre aquellos a quienes Elena de White había escrito pidiendo fondos estaba una mujer en Atlantic City, y el pastor Burden señala: MV 495.4
El Señor puso en su corazón el deseo de contestar y de despachar la carta justo en el momento cuando nuestra fe había sido probada casi hasta el límite, para que pudiera ser reavivada y fortalecida (Id., p. 359). MV 495.5