Elena De White: Mujer De Visión

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CAPITULO 28— ELMSHAVEN: No UN ASILO DE ANCIANOS

Quizás la hermosa casa conocida como Elmshaven sirvió originalmente como una residencia para una sola familia, pero en los años cuando Elena de White vivió allí (1900-1915) llegó a ser no sólo la residencia de la Sra. White y de un conjunto creciente de ayudantes, sino también un centro que atraía a personas del país y del extranjero en busca de consejo, entrevistas y hasta para la realización de convenciones. MV 423.1

Se necesitaron cambios que afectaron la planta física para albergar a una gran cantidad de visitas y para mejorar las condiciones de trabajo no sólo para el personal sino para la misma Elena de White. MV 423.2

La casa y los alrededores de Elmshaven en la actualidad no son los mismos hoy como eran en 1900. Cuando ella compró la casa, los tres cuartos del piso superior y un desván bajo sobre la cocina servían como dormitorios. Pronto se hicieron arreglos para reemplazar el desván por un cuarto espacioso para escribir encima de la cocina y sobre el pasillo de la entrada de atrás. MV 423.3

Este cuarto se extendía de un lado al otro del extremo este de la casa, sobre la cocina y el porche de servicio. Aunque se había especificado que se usarían materiales viejos, tanto como fuera posible, las modificaciones, con la pintura del interior y el exterior, costaron $1.000. Pero ella sintió que estaba justificada en hacer esta inversión aunque pensó que debía defenderla. Tenía que tener condiciones de trabajo que favorecieran la eficiencia y la salud. A una persona conocida le escribió: MV 423.4

La construcción de este cuarto requirió dinero. Me contuve por un año antes de consentir en que se construyera este cuarto, porque yo sé cuántos lugares había en los que se necesitaba el dinero. Pero vi que para la preservación de mi vida era necesario que se hiciera algo. Hubiera sido un error que acortara mi vida, porque esto me sacaría de la obra del Señor (Carta 165, 1902). MV 423.5

Había un mirador luminoso que se había arreglado en la esquina sureste, con ventanas que se abrían en las cuatro direcciones, pero principalmente al este y al sur. Artísticas tejas de madera hacían resaltar el mirador por el exterior. El cuarto estaba equipado con un hogar (chimenea francesa) en el lado este y con armarios a lo largo de la pared oeste, donde podían guardarse sus manuscritos, libros y papeles. Desde la ventana en el extremo norte del cuarto, entre los armarios y la puerta que daba a la empinada escalera oculta hacia el porche de servicio, ella podía ver el sanatorio arriba en el cerro, y el edificio de oficinas cercano cuando éste fue construido poco tiempo después. MV 423.6

Había tres características de este cuarto para escribir recientemente construido que agradaban en forma especial a Elena de White: su amplitud, su mirador cubierto con luz y sol, y su hogar o chimenea francesa. Ella iba a pasar gran parte de su tiempo allí durante los siguientes doce años, escribiendo, escribiendo. A menudo venía al cuarto a las 2:00 ó 3:00 de la mañana, a veces a la medianoche, a veces más temprano, para comenzar su día dedicado a escribir. MV 424.1