Elena De White: Mujer De Visión

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PRIMERA PARADA: NUEVA ZELANDA

El domingo de mañana, su cuarto día de travesía, el Moana estaba avanzando hacia el sur por la costa este de Nueva Zelanda, más allá de la isla Great Barrier y llegando al puerto de Auckland. A las 10:30 el barco echó anclas en frente de la estación de cuarentena. Algunos de los tripulantes remaron en un pequeño bote, dejando a los pasajeros en suspenso en cuanto a la posibilidad de desembarcar [para visitar el puerto]. Willie estaba chasqueado porque había esperado ver a algunos de sus amigos de Auckland. “Aquí estamos —escribió—. No podemos salir del barco y hasta el momento nadie ha venido para hablamos. Este asunto de la cuarentena es un montón de tonterías” (Ibíd.). MV 384.4

Finalmente George Teasdale, con los hermanos Mountain y Nash y unos pocos más, aparecieron en un bote de remos, pero no pudieron subir a bordo. El grupo de los White descubrió que inclinándose sobre la baranda podían conversar con las personas que estaban en el bote de remos. Willie Floding, un joven que se dirigía a Battle Creek para tomar el curso médico, se embarcó en Auckland. A los viajeros les produjo una gran conmoción cuando se enteraron de la muerte de la Sra. F. L. Sharp, la esposa del tesorero y gerente administrativo del Sanatorio Sydney en desarrollo, tras una cirugía grande. Willie y su madre enviaron mensajes de consuelo mediante los obreros. MV 384.5

Elena de White pasó tanto tiempo como le fue posible en una silla del barco sobre cubierta, escribiendo cartas, mayormente a amigos que había dejado atrás en Australia. Se sentía fascinada y vigorizada por el mar y el fresco aire salubre. Desde los días de la infancia ella había amado el océano. Cierto día escribió; “Tenemos ahora una vista plena del mar siempre cambiante, inquieto, hermoso” (Carta 164,1900). Y en otra ocasión: “Estoy levantada sobre cubierta, escribiendo y disfrutando del aire fresco... Esta mañana mi alma está llena de alabanza y gratitud a Dios” (MS 96, 1900). MV 385.1

Pasó muchas horas agradables hojeando el álbum con autógrafos que le fue dado durante la despedida en Cooranbong. Lo mismo hizo la familia de Willie White en la cubierta inferior, mientras día tras día leían unas pocas páginas. Esos álbumes, repujados y encuadernados en brillante terciopelo de color esmalte de cobalto con hojas de borde dorado, se exhiben ahora en la oficina del Centro White en la sede central de la Asociación General. Todavía transmiten nostalgia y calidez. Los visitantes que los leen se sienten atraídos a aquellos para quienes fueron preparados tan afectuosa y cuidadosamente. Había una sección para cada día del viaje, y cada sección estaba introducida por una pequeña y exquisita pintura a la acuarela; el mismo Moana aparecía a menudo en las ilustraciones. MV 385.2