Elena De White: Mujer De Visión
CAPITULO 24— LA OBRA EN AUSTRALIA LLEGA A LA MAYORÍA DE EDAD
Durante los meses de invierno de 1900 —en el hemisferio sur eso significa junio, julio y agosto— Elena de White se estaba sintiendo cada vez más segura de que debía regresar pronto a los Estados Unidos. Las condiciones que se estaban desarrollando en conexión con la obra de la iglesia en Norteamérica, reveladas a ella en visiones de la noche, hacían que sintiese una preocupación creciente. La carga pesaba fuertemente sobre su corazón. No podía olvidar que en enero se le había mostrado un brote de fanatismo más bien inusual en un campestre en Norteamérica. Estaba profundamente preocupada con el desequilibrio creciente que se estaba introduciendo en la obra médica, fomentado por el Dr. John Harvey Kellogg en Chicago. En cuanto a sus planes para dejar Australia, ella escribió: MV 379.1
Las cosas no han estado moviéndose en el rumbo correcto, y yo debo, en el temor de Dios, dar mi testimonio personalmente a aquellos que están en peligro de desviar la obra en forma desproporcionada en la rama así llamada médico-misionera (Carta 123, 1900). MV 379.2
Se habían desarrollado situaciones críticas en Battle Creek, lo que aumentaba su ansiedad. Al principio habló de dejar Australia en noviembre. Ella no veía cómo podía terminar su trabajo antes de eso. Pero de todas maneras sentía que debería asistir a la sesión de la Asociación General planeada para el próximo mes de febrero. MV 379.3
Cuando ella le dijo a su hijo William que debía regresar a los Estados Unidos, a él le costó captar la idea. ¿Cómo podía ser eso? La Escuela de Avondale recién estaba comenzando a andar bien. La construcción en el Retiro de Salud de Avondale en la esquina de adelante del terreno de la escuela, cruzando la calle desde la iglesia, recientemente se había completado, y ese proyecto se estaba desarrollando muy bien. Se había comprado un terreno para un sanatorio en Wahroonga, un suburbio de Sydney, y se estaban haciendo planes para la construcción. MV 379.4
Y luego estaba su libro sobre el cual ellos estaban insistiendo fuertemente. Willie, a pedido de él, había sido relevado de responsabilidades administrativas en Australia y de su membresfa en el Comité de la Asociación General. Tanto él como su madre sentían que él debería darle una atención ininterrumpida a la tarea de ayudarle a ella a publicar sus libros. ¿Cómo podían irse y dejar todo esto y volver a establecerse en los Estados Unidos? MV 379.5