Elena De White: Mujer De Visión

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EL FUNERAL DE JAIME WHITE

El sábado de tarde, 13 de agosto, unos 2.500 adventistas y vecinos de Battle Creek se reunieron en el Tabernáculo para el funeral de Jaime White. Aunque muy enferma, Elena asistió. Ella contó más adelante: MV 218.4

Luego fuimos en coches de alquiler hasta el Tabernáculo, y me llevaron en una silla mientras nos seguía la comitiva fúnebre. Me colocaron sobre el sofá preparado con almohadones. El doctor me observaba cuidadosamente (Carta 9, 1881). MV 218.5

En su mensaje fúnebre Uriah Smith elogió al difunto y habló de sus actividades en conexión con el origen y el desarrollo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: MV 218.6

Ante nosotros, amortajado para la tumba, yace el hombre con quien esto ha tenido su mismo comienzo. Encargándose de esta obra mientras todavía no tenía ni forma ni sustancia, bajo la dirección de lo que él consideraba como las indicaciones más claras de la Divina Providencia, la llevó en sus brazos heroicamente hacia delante, haciendo caminos donde no aparecía ninguno, quitando obstáculos calculados para detener su progreso, defendiéndola de enemigos de afuera y de adentro, ideando medios para el desarrollo de su fuerza, hasta que ha alcanzado su presente crecimiento, y permanece hoy en su nivel más alto de vitalidad. MV 218.7

Su nombre ha sido vinculado, y sus esfuerzos han sido inseparablemente entretejidos, con cada movimiento de avance, con cada nuevo proyecto conectado con esta obra, con todos sus esfuerzos para ocupar nuevo territorio, y con el empleo de nuevas agencias para cumplir los fines deseados (In Memoriam, p. 23). MV 219.1

Smith enumeró algunos detalles, dando ilustraciones, rasgos predominantes y características del hombre con quien había trabajado íntimamente por tantos años: MV 219.2

Primero notamos que en momentos de confusión y excitación él siempre estaba calmo y sereno... MV 219.3

En segundo lugar, era un hombre nunca dado al fanatismo... MV 219.4

En tercer lugar, estaba dotado con una agudeza de percepción notable para determinar las decisiones más juiciosas que debían hacerse... MV 219.5

En cuarto lugar, era un hombre que nunca cedía al desánimo. La palabra “fracaso” no estaba en su vocabulario... MV 219.6

En quinto lugar, era un hombre que consideraba las necesidades futuras de su obra, y hacía provisión para ellas. Previó que debían incorporarse en la obra ciertos elementos de estabilidad, lo cual sólo podía asegurarse a través de la organización... MV 219.7

En sexto lugar, era un hombre de amistades personales vigorosas, y de una naturaleza notablemente generosa. Tener consideración por los intereses de otros, y ver que sus circunstancias se presentasen tan favorablemente como fuera posible, era una parte de su naturaleza (Id., pp. 29-33). MV 219.8