Elena De White: Mujer De Visión

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VIAJE EN CARAVANA

“Hemos comenzado nuestro viaje a Colorado”. Desde su campamento, Jaime White escribió a sus hijos William y Mary; estaban a mitad de camino entre Denison y el Red River (río Rojo), que separaba Texas del territorio de los indios (Oklahoma). Era el sábado 26 de abril y los acampantes habían estado leyendo laReview, Good Health y Youth’s Instructor. MV 201.3

Las lluvias habían demorado su partida, y ahora el río estaba tan alto que tendrían que esperar la barca de pasaje. MV 201.4

Respecto al mismo campamento, Elena de White escribió en su diario: MV 201.5

Quedamos hasta el [miércoles] 30 de abril en una posición de espera, para que los enfermos pudieran viajar [W. A. Moore, de envenenamiento por una comida, habiendo comido algo de carne de oso parcialmente descompuesta, y James Cornell; Moore estaba desesperadamente enfermo, y aun cuando estaba suficientemente bien como para tratar de viajar, lo hizo por muchos días acostado sobre un colchón en uno de los carretones cubiertos] y a la barca de pasaje para que pudiéramos cruzar. Empezamos entonces nuestro camino con ocho carretas cubiertas y un carretón cubierto, con dos asientos. Treinta personas componían nuestro grupo. Alrededor del mediodía cruzamos mediante la barca de pasaje con la instrucción especial de que manejásemos rápidamente al salir de la embarcación por el peligro de las arenas movedizas (MS 4, 1879). MV 201.6

Estábamos teniendo nuestra primera experiencia de viajar por tierra transportando a nuestros enfermos y a aquellos demasiado pobres como para pagar los gastos de un coche [de ferrocarril], pero el Señor cuidó de nosotros (Ibíd.). MV 202.1

La caravana avanzó hacia el norte dentro del territorio de los indios por 8 kilómetros (5 millas). Cuando llegó la noche, acamparon en la pradera abierta. Además de las carretas cubiertas, su equipo incluía tres carpas, dos cocinas y una estufa para acampar con plancha de hierro. MV 202.2

Las precauciones que tomaron armonizaban con las que generalmente se seguían en circunstancias semejantes. Se colocaron las carretas en un círculo rodeando los caballos y las muías. Dos hombres portando armas hicieron guardia en tumos de dos horas. MV 202.3

Se armaron las carpas, pero antes de que estuvieran completamente preparadas azotó una severa tormenta. Elena de White describió la experiencia en una carta a los hijos que estaban en Battle Creek: MV 202.4

Antes de que se cavara una zanja alrededor de la carpa, se hicieron las camas sobre el terreno y sobre los armazones de las mismas. Cuando nos azotó la tormenta, no estábamos preparados y en diez minutos había varias pulgadas de agua en la carpa. Levantamos a las dos niñas y colocamos la cama y la ropa de cama sobre nuestro propio armazón, y nos encontramos metidos en un verdadero revoltijo. MV 202.5

Después de un tiempo nosotras cuatro —Marian [Davis], Adelia Cole, Etta Bears y yo— decidimos dormir transversalmente sobre la cama, y que papá se alojase con el doctor en la carreta, y Corliss en nuestro carruaje. De ese modo volvimos a descansar... A la noche siguiente nos alojamos de la misma manera (Carta 20a, 1879). MV 202.6

El domingo de mañana estaban nuevamente en viaje. Al acampar por la noche en un lugar al que se hacía referencia como Muro de Piedra, ella informó a los hijos en Battle Creek: MV 202.7

Hemos llegado hasta este punto en nuestro viaje a Colorado. Hemos viajado cuatro días. Ayer descansamos. Hablamos en nuestra carpa a nuestro grupo de 31 personas. Lo hicimos con mucha libertad. Hoy recogimos casi un kilo (cerca de un cuarto de galón) de frutillas. Acabo de recoger un atado grande de verduras a fin de cocinarlas para nuestro desayuno. Mientras Papá está comprando cubetas de agua y harina de maíz, yo estoy escribiendo. MV 202.8

Papá anda a caballo una parte considerable del tiempo. Está disfrutando mucho del viaje... Podemos ver una capilla. Se nos está instando ahora a hablar en el territorio de los indios. Saldremos a caballo, acamparemos, y luego regresaremos para encontrarnos con la gente. Así avanzaremos trabajando a lo largo del camino, predicando mientras seguimos viajando. Terminaré esto mañana de mañana... Anoche hablé a un centenar de personas reunidas en una capilla respetable. Encontramos aquí una excelente clase de personas... MV 202.9

Hablé con toda libertad al presentarles el amor de Dios evidenciado al hombre en el don de su Hijo. Todos escucharon con el más profundo interés. El ministro bautista se levantó y dijo que esa noche habíamos oído el Evangelio y que esperaba que todos prestasen atención a las palabras habladas (Carta 36, 1879). MV 203.1

Jaime White también habló brevemente, y se instó a los White a que permaneciesen y celebrasen más reuniones; pero esto no pudo ser porque necesitaban seguir avanzando. Tuvieron que recorrer dos kilómetros y medio (una milla y media) para regresar al campamento, pero el éxito de la reunión entibió sus corazones. MV 203.2