Elena De White: Mujer De Visión

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ALCANCE DE LOS ESFUERZOS MISIONEROS

Cuando el clima se suavizó, y esto ocurrió rápidamente, Jaime y Elena White estaban ansiosos de tomar parte en el ministerio de evangelización local. En los fines de semana celebraban reuniones en comunidades cercanas. El jueves 13 de febrero salieron en un carruaje para Dallas, a 120 kilómetros (75 millas). Al escribir de esto a Willie, Jaime describió una faceta misionera del viaje: MV 199.5

El Hno. [Arthur] Daniells lleva mi carruaje con el baúl, y [él planea] vender y colportar en ciudades y villas por el camino. Llevará un magnífico par de muías por el cual yo pagué $ 180... Estaremos ausentes por una semana (JW a WCW, 12 de febrero, 1879). MV 199.6

Arthur G. Daniells, de 21 años, estaba en Texas por su propia cuenta, ayudando a R. M. Kilgore en evangelismo bajo carpa. Había sido prestado a Jaime White para ayudarle como secretario. La esposa de Daniells, Mary, fue traída a la casa de los White en Denison como cocinera. Así comenzó una larga relación personal y profesional entre el presidente de la Asociación General, la mensajera del Señor, y un joven que con el tiempo serviría él mismo como dirigente de la iglesia por 21 años. MV 199.7

Cuando Jaime y Elena White fueron a Texas, sus planes generales de largo alcance eran de permanecer allí para el invierno, y luego a comienzos de mayo viajar a Colorado, donde podrían pasar unas pocas semanas (RH, 21 de noviem- bre, 1878). Pero sus planes fluctuaban. Siempre en busca de un lugar donde pudiera evitar la tensión del liderazgo y escribir sin interrupciones, y donde pudiese experimentar una mejoría de su salud, Jaime White se dirigía primero en una dirección y luego en otra. Olvidando sus buenas resoluciones de moderar su programa de trabajo, se veía envuelto en el estímulo del trabajo de la iglesia cuyo desarrollo él había fomentado desde su comienzo. Tenía una clara visión de largo alcance, compartida sólo por unos pocos, en cuanto a los días grandiosos en los cuales la iglesia estaba introduciéndose, y poseía un impulso natural para estar al frente. MV 199.8

Era el presidente de la Asociación General y uno de los que prestaban servicio en el Comité de la Asociación General. También era presidente de varias organizaciones auxiliares —de publicaciones, médica, educacional— y el principal editor tanto de la Review and Herald como de Signs of the Times. Si bien tal responsabilidad era estimulante, también era desgastadora. Repetidamente él vio que para bien de su propia supervivencia debía retirarse del frente de batalla. MV 200.1