Elena De White: Mujer De Visión

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EXPULSADOS DE LA IGLESIA METODISTA

No mucho después de esto, los dirigentes de la Iglesia Metodista de la Calle Chestnut tomaron medidas para separar a la familia Harmon de su feligresía. El ministro les hizo una visita especial. No les preguntó en cuanto a las razones de sus creencias, pero declaró que ellos habían adoptado una creencia nueva y extraña que la Iglesia Metodista no podía aceptar. MV 18.8

“Ésta es una doctrina muy antigua —dijo el Sr. Harmon—, y no tiene el menor tinte de herejía”. El Sr. Harmon estaba preparado para citar la Escritura en defensa de su fe, incluyendo la promesa de Jesús mismo de que vendría otra vez. Pero el ministro no estaba dispuesto a entrar en ninguna discusión. Aconsejó a la familia que se retirase calladamente de la iglesia y evitase la publicidad de un juicio eclesiástico. Pero Robert Harmon rehusó aceptar esta propuesta. Pronto se notificó a la familia que se presentase a una reunión a celebrarse en la capilla anexa a la iglesia. Elena informó así en cuanto a esta reunión: MV 19.1

Había sólo unos pocos asistentes. La influencia de mi padre y de su familia era tal que nuestros opositores no tenían deseo alguno de presentar nuestro caso ante un número mayor de la congregación. La sencilla acusación preferida era que habíamos contravenido las reglas de la iglesia (NB, p. 58). MV 19.2

De este modo, en un domingo de septiembre de 1843, el anciano a cargo de la presidencia leyó en voz alta los siete nombres de la familia Harmon indicando que eran separados de la iglesia. Declaró que no se los expulsaba a causa de ninguna falta o conducta inmoral, sino porque eran culpables de caminar contrariamente a las reglas de la Iglesia Metodista. También declaró que todos los que fuesen culpables de una infracción similar de las reglas serían tratados de la misma manera. MV 19.3