Promesas para los últimos días

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CAPÍTULO 9—PROMESAS PARA LOS COLPOPTOPES

“El colportor no necesita desanimarse si es llamado a encarar dificultades en su obra; trabaje con fe, y la victoria le será dada... Siempre que se presente un libro que exponga el error, Satanás está al lado de la persona a quien se le ofrece, y la compele con razones por las cuales no debería comprarlo. Pero un instrumento divino trabaja para influir la mente en favor de la luz. Los ángeles ministradores opondrán su poder al de Satanás. Y cuando por la influencia del Espíritu Santo la verdad es recibida en la mente y el corazón, tendrá un poder transformador sobre el carácter” (CE 159). PUD 44.1

“Cuando los obreros descansan continuamente en Dios, y cuando practican constantemente la abnega- ción, no se hundirán en el desánimo. No se verán acongojados. Recordarán que en todo lugar hay almas de las cuales el Señor tiene necesidad, y a quienes el diablo está buscando para sumirlas con firmeza en la esclavitud del pecado y a la desobediencia de la ley de Dios” (CE 158-159). PUD 44.2

“Debemos ser cristianos sinceros y fervientes, que realicen con fidelidad los deberes confiados a sus manos, y que miren siempre a Jesús, el Autor y Consumador de la fe. Nuestra recompensa no depende de nuestro éxito aparente, sino del espíritu con el cual se realiza nuestro trabajo. Como colportores o evángelistas, podéis no haber tenido el éxito por el cual orásteis, pero recordad que no conocéis ni podéis medir el resultado del esfuerzo fiel” (CE 114). PUD 45.1

“Haced de la Palabra de Cristo vuestra seguridad. ¿No os ha invitado a ir a él? Nunca os permitáis hablar de una manera descorazonadora y desesperada. Si lo hacéis perderéis mucho. Mirando las apariencias y quejándoos cuando vienen las dificultades y premuras, revelaréis una fe enferma y débil. Hablad y obrad como si vuestra fe fuera invencible. El Señor es rico en recursos; el mundo le pertenece. Mirad al cielo con fe. Mirad a Aquel que posee luz, poder y eficiencia” (PVGM 112, 113). PUD 45.2

“No permitáis que os falle el valor. No habléis de incredulidad porque las apariencias estén en contra vuestra. A medida que trabajáis para el Maestro os sentiréis presionados por la necesidad de recursos, pero el Señor escuchará y responderá vuestras peti- ciones de ayuda. Que vuestras palabras sean: ‘Debido a que el Señor, el Eterno, me ayuda, no seré confundido. Por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado’ (Isa. 50:7)” (7T244). PUD 45.3

“Ruego a los heraldos del Evangelio de Cristo que no se desanimen nunca, que nunca consideren al pecador más empedernido como fuera del alcance de la gracia de Dios. Uno que a nuestro parecer sea un caso desesperado, puede aceptar la verdad por amor a ella. Aquel que toma los corazones de los hombres como se desvían las aguas, puede atraer a Cristo al alma más egoísta y empedernida en el pecado. ¿Hay algo demasiado difícil para Dios?” (OE 282). PUD 46.1

“Nuestro amado Salvador nos enviará ayuda en el momento mismo en que la necesitemos. El camino del cielo quedó consagrado por sus pisadas. Cada espina que hiere nuestros pies hirió también los suyos. El cargó antes que nosotros la cruz que cada uno de nosotros ha de cargar. El Señor permite los conflictos a fin de preparar al alma para la paz” (CS 691). PUD 46.2

“Todos los que consagran su alma, cuerpo y espíritu a Dios, recibirán constantemente una nueva medida de fuerzas físicas y mentales. Las inagotables provisiones del cielo están a su disposición. Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu Santo despliega sus más altas energías para obrar en el corazón y la mente. La gracia de Dios amplía y multiplica sus facultades y toda perfección de la naturaleza divina los auxilia en la obra de salvar almas. Por la cooperación con Cristo son com- pletos en él, y en su debilidad humana son habilitados para hacer las obras de la Omnipotencia” (DTG 767, 768). PUD 46.3

“Los que trabajan para Dios encontrarán desaliento, pero siempre les pertenece esta promesa: ‘Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’ (Mat. 28:20). Dios dará experiencia admirable a los que digan: ‘Creo en tu promesa; no fracasaré ni me desalentaré’” (2JT551). PUD 47.1

“Estemos llenos de esperanza y de valor. El desánimo en el servicio del Señor es irracional y pecaminoso. Dios conoce cada una de nuestras necesidades. El posee la omnipotencia. Puede conceder a sus siervos la medida de eficiencia que necesitan según su situación” (3JT221, 222). PUD 47.2

“Sed fuertes y hablad de esperanza. No os detengáis ante los obstáculos. Estáis espiritualmente unidos a Cristo. La palabra es vuestra seguridad. Acercaos a vuestro Salvador con la completa confianza de una fe viviente, uniendo vuestras manos con las suyas. Id donde él os dirija. Haced todo lo que os diga. El os enseñará tan gustosamente como enseñaría a cualquier otra persona” (6T462). PUD 47.3