El Ministerio Médico

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La clase de obreros que deben educarse

La causa de Dios estaría hoy mucho más adelantada de lo que está, si en años anteriores hubiésemos estado más activos en el adiestramiento de enfermeros que, además de la adquisición de una habilidad más que común en el cuidado de los enfermos, hubieran aprendido también a trabajar como evangelistas en el servicio de ganar almas. MM 76.2

La escuela de Loma Linda se fundó para la preparación de tales obreros, como también para la formación de médicos. En esta escuela se han de preparar muchos obreros habilitados para ser médicos, no para trabajar en ramos profesionales como médicos, sino como misioneros médicos evangelistas. Esta preparación ha de estar en armonía con los principios sobre los cuales se funda la verdadera educación superior. La causa necesita a centenares de obreros que hayan recibido una educación práctica y cabal en los ramos de la medicina, y que también estén preparados para trabajar de casa en casa como maestros, obreros bíblicos y colportores. Tales estudiantes deben salir de la escuela sin haber sacrificado los principios de la reforma pro salud, ni su amor a Dios y la justicia. MM 76.3

Los que adquieran una preparación avanzada en enfermería y salgan a todas partes del mundo como médicos misioneros evangelistas, no podrán esperar del mundo los honores y las recompensas que a menudo reciben los médicos plenamente acreditados. Sin embargo, mientras atiendan su trabajo de enseñar y sanar, y se vinculen tan íntimamente con los siervos de Dios que han sido llamados al ministerio de su palabra, la bendición del Señor descansará sobre sus labores y se realizarán maravillosas transformaciones. En un sentido especial, serán su mano auxiliar.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 456, 457. MM 76.4