El Ministerio Médico

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Oportunidades de comprar propiedades para sanatorios

Acabo de leer de nuevo su carta del 25 de abril de 1905, y trataré de escribirle algo como respuesta. No podré escribirle una carta larga, porque el correo sale hoy a mediodía. MM 430.3

Quiero decirle que no veo objeción en conseguir los edificios mencionados. La luz que se me ha dado es que los edificios que se adapten para nuestra obra se nos ofrecerán a precios muy por debajo del costo, lo cual nos permite comprarlos. Esto ocurrió al establecer la obra del sanatorio en el sur de California, y será el caso en otros países. Deben aprovecharse estas oportunidades para establecer y extender la obra evangélica médica misionera; el tiempo es corto y debemos sembrar las semillas de los principios de la reforma pro salud. MM 430.4

Cuando se presente una oportunidad para comprar edificios a un precio bajo en los cuales se pueda hacer avanzar nuestra obra, aprovechémosla. Si los líderes de la obra médica en _____ hubieran hecho esto, habría ahora muchas, muchas instituciones en las ciudades norteamericanas que no han sido aún iluminadas por la verdad acerca de la reforma pro salud. Por lo tanto, no prohibáis a los que deseen extender la obra médica misionera en alguna otra parte de Australia. Adelaide está a bastante distancia de Sidney. Un sanatorio allí no interferiría con la obra del Sanatorio de Wahroonga. MM 431.1

Debe haber sanatorios cerca de todas nuestras ciudades grandes. Debemos aprovechar las oportunidades para comprar edificios en ubicaciones favorables, para que se dé a conocer la norma de la verdad en muchos lugares. MM 431.2

Se me ha instruido que no debemos retrasarnos en la obra que necesita realizarse en las ramas de la reforma pro salud. Mediante esta obra, debemos alcanzar a las almas en los caminos y vallados. Se me ha dado luz especial de que en nuestros sanatorios muchas almas recibirán y obedecerán la verdad presente. En estas instituciones cada paciente, hombre o mujer debe recibir instrucción para que sepa cuidar su propio cuerpo, y a la vez se establezca en la fe. Se debe enseñar a los pacientes qué significa comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Cristo dijo: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. MM 431.3