El Ministerio Médico

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Salvaguardad a la juventud

Debe tenerse gran cuidado al trabajar por los desechados. Ni los jóvenes ni las señoritas deben ser enviados a los barrios bajos de nuestras ciudades. Se debe apartar del mal los ojos y los oídos de los jóvenes de ambos grupos. Hay mucha obra que los jóvenes pueden hacer en favor del Maestro. Si ellos contemplan al Señor y oran y hacen de Dios su confianza, serán preparados para hacer diversas clases de excelente labor bajo la supervisión de obreros de experiencia.—Manuscrito 33, 1901. MM 415.1