El Ministerio Médico

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Abstinencia y salud

La mente de cada enfermo debe ser inducida a aferrarse de la esperanza de liberación de algún peligro especial. Dirigidles palabras optimistas, palabras de aliento. A algunos que patrocinan nuestros sanatorios, el Señor sanará si se abstienen del uso del licor y de las drogas, y utilizan medios sencillos e inofensivos para contrarrestar la enfermedad ocasionada por un apetito pervertido. Si hacen su parte para quebrantar el ensalmo del enemigo mediante una firme resistencia a la tentación, y se rinden a Aquel que dio su vida por las almas pecaminosas, llegarán a ser hijos e hijas de Dios. MM 349.3

Todos los que complacen el apetito malgastan las energías físicas y debilitan el poder moral, tarde o temprano sentirán la retribución que sigue a la transgresión de la ley física. MM 350.1

Cristo dio su vida para comprar la redención para el pecador. El Redentor del mundo sabía que complacer el apetito estaba ocasionando la debilidad física y el embotamiento de las facultades perceptivas para que las cosas sagradas y eternas no se discernieran. Él sabía que la complacencia propia estaba pervirtiendo las facultades morales, y que la mayor necesidad del hombre era la conversión del corazón, la mente y el alma, de la vida de complacencia propia a una de autocontrol y renunciamiento. MM 350.2