El Ministerio Médico

433/596

Cooperación

Dios ha dado instrucción acerca de cómo debe hacerse la obra. En nuestros congresos campestres nos relacionamos con toda clase de personas, de clase alta y baja, ricos y pobres. No se excluye a nadie. El Señor desea que los mejores médicos misioneros estén listos para colaborar con los ministros del evangelio. Deben ser uno con Cristo, hombres mediante los cuales Dios pueda actuar. El propósito del Señor es que su obra avance en el ámbito de la reforma. Durante nuestros congresos campestres debe hacerse una obra médica misionera genuina. MM 330.3

No debe trazarse ninguna línea de separación entre la obra médica misionera genuina y el ministerio del evangelio. Ambos deben unirse. No deben estar aparte como si fueran ramas separadas de la obra. Deben mezclarse en una unión inseparable, como la mano está unida al cuerpo. Los que trabajan en nuestras instituciones deben dar evidencia de que comprenden su parte en la obra médica misionera genuina. Una dignidad solemne debe caracterizar a los médicos misioneros verdaderos. Deben ser hombres que comprendan y conozcan a Dios y el poder de su gracia. MM 330.4