El Ministerio Médico

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Médicos como evangelistas en la ciudad

Los médicos cristianos pueden hacer una obra preciosa para Dios como médicos misioneros. Muy a menudo demasiadas cosas les llenan la mente, lo que los imposibilita para desarrollar la labor que Dios desea que lleven a cabo como evangelistas. Que los obreros médicos presenten las verdades importantes del mensaje del tercer ángel desde el punto de vista médico. A veces los médicos consagrados y de talento pueden conseguir un auditorio en las grandes ciudades cuando otros fracasan. Al unirse los médicos con los ministros en la proclamación del evangelio en las grandes ciudades, sus labores combinadas influirán sobre muchas mentes a favor de la verdad para este tiempo. MM 328.2

Por la luz que Dios me ha dado, sé que su causa está en gran necesidad de representantes de la verdad bíblica que estén llenos de vida. Los ministros ordenados, solos, no dan abasto. Dios llama no solamente a los ministros, sino también a médicos, enfermeros, colportores, obreros bíblicos y otros laicos consagrados de diversos talentos, que tengan un conocimiento de la verdad presente, para atender las necesidades de las ciudades inadvertidas. Debe haber cien creyentes comprometidos activamente en la obra misionera personal donde ahora hay sólo uno. El tiempo está pasando rápidamente. Hay mucha labor por realizar antes que la oposición satánica obstruya el camino. Se debe poner en operación toda agencia para que se mejoren sabiamente las oportunidades presentes.—The Review and Herald, 7 de april de 1910. MM 328.3