El Ministerio Médico

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La presunción y la indolencia

Si no hacemos lo que está al alcance de casi cada familia, es simple presunción pedirle al Señor que nos libere del dolor cuando somos muy indolentes para hacer uso de estos remedios que están a nuestro alcance. El Señor espera que trabajemos para que podamos obtener la alimentación. Él no se propone que cosechemos a menos que desyerbemos el terreno, preparemos la tierra y cultivemos los productos. Entonces Dios envía la lluvia, la luz del sol y las nubes para hacer que crezca la vegetación. Dios obra y el hombre colabora con Dios. Por lo tanto, hay tiempo de sembrar y de cosechar. Dios ha hecho que crezcan de la tierra hierbas para el uso del hombre, y si entendemos la naturaleza de estas raíces y hierbas, y hacemos uso debido de ellas, no habrá necesidad de correr al médico tan frecuentemente, y la gente tendrá mejor salud de lo que tiene hoy.—Carta 35, 1890. MM 303.3