El Ministerio Médico

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Muchos convertidos y sanados

Todo cristiano sincero se inclina ante Jesús como el verdadero Médico de las almas. Cuando esté de pie al lado del lecho del afligido, habrá muchos no solamente convertidos sino también sanados. Se obtiene una gran victoria si, por medio de un ministerio cuidadoso, se guía al paciente a dar su alma a Cristo, y a colocar sus pensamientos en obediencia a la voluntad de Dios.—The Review and Herald, 9 de mayo de 1912. MM 258.3

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