El Ministerio Médico

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Para vencer la timidez nerviosa

Se superará la timidez nerviosa del enfermo cuando éste se familiarice con el interés intenso que el Salvador tiene por toda la humanidad doliente. ¡Oh, la profundidad del amor de Cristo! Él murió en la cruz del Calvario para redimirnos de la muerte. MM 251.2

Que nuestros médicos y enfermeros tengan siempre en mente estas palabras: “Somos colaboradores de Dios”. Que todo médico y todo enfermero aprenda a trabajar de tal manera que pueda aliviar tanto el sufrimiento mental como el físico. En este tiempo, cuando el pecado prevalece tanto y se revela en forma tan violenta, ¡cuán importante es que nuestros sanatorios funcionen de tal manera que cumplan su objetivo en proveer el máximo bienestar! Cuán importante es que todos los obreros de estas instituciones sepan cómo dirigir palabras en sazón a los que están cansados y enfermos de pecado. MM 251.3

Los médicos y enfermeros siempre deben ser amables y alegres, y deponer toda melancolía y tristeza. Que la fe se aferre de la mano de Cristo para su toque curativo. MM 252.1

Mientras nuestras enfermeras ministran pacientemente a los enfermos del cuerpo y del alma, que pidan a Dios que intervenga a favor de los dolientes a fin de que sean guiados a conocer a Cristo y creer que sus oraciones serán respondidas. Que el amor de Cristo se revele en todo lo que se hace.—Carta 17, 1905. MM 252.2