El Ministerio Médico

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Aprendamos a trabajar como él lo hizo

Debe reconocerse a Dios como el Artífice Maestro en todos nuestros sanatorios. Al familiarizarse con su vida, los médicos y auxiliares deben aprender a trabajar como él lo hizo. Él era la Majestad del cielo, el Rey de la gloria. Pero, vestido con la túnica de la humanidad, se colocó a la cabeza de la raza caída. Se humilló a sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Asumió la naturaleza humana para hacer posible que el hombre fuera partícipe de la naturaleza divina. MM 248.2

El médico que procura representar a Cristo no asumirá prerrogativas que el Maestro no le ha otorgado. No buscará gobernar a sus semejantes; recordará que es un colaborador de Dios. Representará al Invisible en espíritu, palabra y acción.—Manuscrito 136, 1902. MM 248.3