El Ministerio Médico

199/596

Inspirad al desanimado

Contad al doliente acerca del Salvador compasivo... Él contempla con misericordia a los que consideran que su caso es desesperanzado. Mientras el alma está llena de temor y terror, la mente no puede contemplar la tierna compasión de Cristo. Nuestros sanatorios deben ser un canal para comunicar paz y descanso a toda mente cargada. Si podéis inspirar al desanimado con una fe salvadora y esperanzada, el contentamiento y el gozo tomarán el lugar del desánimo y la inquietud. Entonces ocurrirán cambios maravillosos en su estado físico. Cristo restaurará tanto el cuerpo como el alma, y al ser conscientes de su compasión y amor, descansarán en él. Él es la Estrella Resplandeciente de la Mañana, que refulge entre las tinieblas morales de este mundo pecaminoso y corrupto. Él es la Luz del mundo, y todos los que le den el corazón hallarán paz, descanso y gozo.—Carta 115, 1905. MM 143.1