Joyas de los Testimonios 3

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El sello de Dios y la marca de la bestia*

En la Palabra de Dios se nos muestran las consecuencias que tiene la proclamación del mensaje del tercer ángel. “Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.” Apocalipsis 12:17. La negativa a obedecer los mandamientos de Dios, y la resolución de albergar odio contra los que proclaman estos mandamientos, lleva a la guerra más resuelta de parte del dragón, cuyas energías enteras se dedican a oponerse al pueblo de Dios que guarda sus mandamientos. “Y hacía que a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, o en sus frentes: y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.” Apocalipsis 13:16, 17. 3JT 232.1

La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día, monumento recordativo de la creación por el Señor. “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.” Éxodo 31:12, 13. En este pasaje el sábado se designa claramente como señal entre Dios y su pueblo. 3JT 232.2

La marca de la bestia es lo opuesto a esto: la observancia del primer día de la semana. Esta marca distingue a los que reconocen la supremacía de la autoridad papal de aquellos que reconocen la autoridad de Dios. 3JT 232.3