Mensajes Selectos Tomo 2

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11—Hay que estar en guardia

En la obra de Dios predomina la serenidad

El enemigo se está preparando para engañar a todo el mundo mediante su poder obrador de milagros. Se presentará como ángel de luz e intentará presentarse como Jesucristo. Todos los que enseñan la verdad para este tiempo deben predicar la Palabra. Los que se aferren a la Palabra no abrirán las puertas a Satanás al realizar declaraciones descuidadas con referencia a las profecías, a los sueños y las visiones. En mayor o en menor grado se han estado introduciendo manifestaciones falsas, aquí y allá, desde 1844, después de la fecha cuando esperábamos la segunda venida de Cristo. Las hemos tenido en el caso Garmire, en las declaraciones de K, y en el movimiento de Stanton.* Las tendremos cada vez con más frecuencia, y por lo tanto, como fieles centinelas, tendremos que estar en guardia. Muchas personas me están enviando cartas en las que relatan visiones que han tenido y que piensan que es su deber referir. Que el Señor ayude a sus siervos a ser cautos. 2MS 110.1

Cuando el Señor tiene un conducto genuino para manifestar su luz, siempre hay muchas falsificaciones. Satanás se introducirá indudablemente por cualquier puerta que se abra para darle paso. Dará mensajes de verdad, y mezclará con la verdad sus propias ideas, preparadas para descarriar a las almas, para apartar la mente y dirigirla hacia los seres humanos y sus enseñanzas, e impedirles aferrarse firmemente a un “así dice Jehová”. En el trato de Dios con su pueblo todo es serenidad, y los que confían en él manifiestan calma y sencillez. Habrá creyentes en la Biblia sencillos, verdaderos y fervorosos, y también habrá quienes pondrán en práctica la Palabra tanto como quienes solamente la oirán. Habrá personas firmes, fervorosas y sensibles que confiarán en Dios. El creyente afirmará su alma desvalida en Jesucristo. Cristo será exaltado. Nuestro deber consiste en orar, velar y esperar.—Carta 102, 1894. 2MS 110.2