Joyas de los Testimonios 2

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La importancia del colportaje*

La obra del colportaje, debidamente practicada, es obra misionera del más alto orden, y es un método tan bueno y de tanto éxito como cualquiera que se pueda emplear para presentar a la gente las verdades importantes para este tiempo. La importancia de la obra del ministerio es indudable; pero muchos que tienen hambre del pan de vida no han tenido oportunidad de oír una palabra de los predicadores delegados por Dios. Por esta razón es esencial que nuestras publicaciones reciban amplia circulación. Así el mensaje irá donde el predicador no puede ir, y la atención de muchos será atraída a los acontecimientos importantes relacionados con las escenas finales de la historia de este mundo. 2JT 532.1

Dios ha ordenado el colportaje como un medio de presentar a la gente la luz contenida en nuestros libros, y los colportores deben comprender cuán indispensable es presentar al mundo tan pronto como sea posible los libros necesarios para su educación e ilustración espirituales. Esta es en verdad la obra que el Señor quiere que su pueblo haga en este tiempo. Todos los que se consagran a Dios para trabajar como colportores están ayudando a dar el último mensaje de amonestación al mundo. No podemos estimar demasiado altamente esta obra; porque si no fuese por los esfuerzos del colportor, muchos no oirían nunca la amonestación. 2JT 532.2

Es cierto que algunos que compran los libros los dejarán en los estantes o los pondrán sobre la mesa de la sala, y rara vez los mirarán. Sin embargo, Dios cuida de su verdad, y llegará el tiempo cuando estos libros serán buscados y leídos. Puede entrar la enfermedad o la desgracia en el hogar, y por medio de la verdad contenida en los libros, Dios manda a los corazones perturbados, paz, esperanza y descanso. Su amor les es revelado, y comprenden cuán precioso es el perdón de sus pecados. Así coopera el Señor con sus obreros abnegados. 2JT 532.3

Son muchos los que a causa del prejuicio no conocerán la verdad a menos que les sea llevada a sus casas. El colportor puede encontrar estas almas y servirlas. Hay un ramo de trabajo de casa en casa que puede realizar con más éxito que los demás. Puede familiarizarse con la gente y comprender sus verdaderas necesidades; puede orar con ella y señalarle al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así se abrirá el camino para que el mensaje especial para este tiempo halle acceso a los corazones. 2JT 533.1