Joyas de los Testimonios 2

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La enseñanza de la religión en el hogar*

Los que llevan el último mensaje de misericordia al mundo deben sentir que es su deber instruir a los padres acerca de la religión en el hogar. El gran movimiento de reforma debe principiar presentando a los padres, las madres y los hijos los principios de la ley de Dios. A medida que se presentan los requerimientos de la ley de Dios, y los hombres y mujeres se convencen de su deber de acatarla, muéstreseles la responsabilidad de su decisión, no sólo para consigo mismos sino para con sus hijos. Muéstreseles que la obediencia a la Palabra de Dios es nuestra única salvaguardia contra los males que están arrastrando al mundo a la destrucción. Los padres dan a sus hijos un ejemplo de obediencia o de transgresión. Por su ejemplo y enseñanza, se decidirá en la mayoría de los casos el destino eterno de sus familias. En la vida futura, los hijos serán lo que sus padres los hayan hecho. 2JT 406.1

Si se pudiese inducir a los padres a rastrear los resultados de su acción, y pudiesen ver cómo por su ejemplo y enseñanza perpetúan y acrecientan el poder del pecado o el poder de la justicia, buscarían ciertamente un cambio. Muchos quebrantarían el hechizo de la tradición y la costumbre. 2JT 406.2

Insistan los predicadores acerca de esto en sus congregaciones. Inculquen en la conciencia de los padres la convicción de los solemnes deberes que han descuidado durante tanto tiempo. Esto quebrantará el espíritu de farisaísmo y resistencia a la verdad como ninguna otra cosa podría hacerlo. La religión en el hogar es nuestra gran esperanza, y hace halagüeña la perspectiva de que se convierta toda la familia a la verdad de Dios. 2JT 406.3