Notas biográficas de Elena G. de White

207/288

Dispersando las tinieblas

Durante los primeros días del concilio, uno de los oradores, después de referirse a algunas de las barreras que se oponían al progreso del mensaje, solicitó que la Sra. White expresara sus puntos de vista para indicar qué más podría hacerse, y si podían esperarse cambios en las condiciones en las cuales los obreros estaban luchando. NBEW 323.4

En respuesta a esta pregunta, la Sra. White declaró que vendrían cambios que abrirían puertas hasta entonces cerradas, cambios en muchas cosas que alterarían las condiciones y despertarían las mentes del pueblo para comprender y apreciar la verdad presente. Se producirían tumultos políticos, y cambios en el mundo industrial, y un gran despertar religioso, que prepararía las mentes para escuchar el mensaje del tercer ángel. “Sí, habrá cambios—ella les aseguró—, pero no hay razón para que esperéis. Vuestra obra ha de seguir adelante, presentando la verdad con sencillez, levantando la luz de la verdad ante el pueblo”. NBEW 323.5

Entonces les dijo cómo el asunto le había sido presentado en visión. A veces le fueron presentadas las multitudes de nuestro mundo a quienes va dirigido el mensaje divino de amonestación de que Cristo viene pronto, como envueltas en una neblina y en nube de densas tinieblas, tal como lo describe Isaías, quien escribió: “Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones”. Isaías 60:2. NBEW 324.1

Mientras en la visión estaba observando esta escena con intenso pesar, su ángel acompañante dijo: “Observa”, y al mirar ella de nuevo, aparecieron pequeños rayos de luz, como las estrellas que brillan débilmente en la oscuridad. Al aguzar la vista, la luz se fue haciendo más brillante, y el número de luces aumentaba, porque cada luz encendía otras luces. A veces estas luces se reunían como para animarse mutuamente; y de nuevo se separaban, yendo cada vez más lejos y encendiendo más luces. Así la obra avanzaba hasta que todo el mundo fue iluminado con su brillo. NBEW 324.2

En conclusión ella dijo: “He aquí una descripción de la obra que habréis de hacer. ‘Vosotros sois la luz del mundo’ Mateo 5:14. Vuestra obra ha de elevar la luz para ser vista por aquellos que os rodean. Mantenedla con firmeza. Levantadla un poco más alto. Encended otras luces. No os desaniméis si la vuestra no es una gran luz. Aunque sea pequeña, mantenedla en alto. Permitid que brille. Haced lo mejor, y Dios bendecirá vuestros esfuerzos”.1 NBEW 324.3