Nuestra Elevada Vocacion

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Los hábitos y la edificación del carácter, 26 de agosto

No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Proverbios 4:14. NEV 246.1

Pocos se dan cuenta del poder de los hábitos. La inspiración pregunta: “¿Mudará el negro su pellejo, y el leopardo sus manchas?” y añade: “Así también podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal”. Jeremías 13:23. Esta es una declaración solemne. ... Pero hay consuelo y ánimo en el pensamiento de que si los malos hábitos adquieren tal fuerza que parece casi imposible volverlos hacia la dirección correcta, el poder de los hábitos buenos es igualmente fuerte. Los resultados de la obra diaria, sea la tendencia a elevarnos en la escala de la dignidad moral, o a empujarnos hacia abajo, hacia la perdición, son influidos por los días que los han precedido. La derrota de hoy prepara el camino para una derrota todavía mayor mañana. La victoria de hoy asegura una victoria más fácil mañana. Entonces, cuán cuidadosos deberíamos ser en preocuparnos de que los hábitos y los caracteres que estamos formando ahora sean correctos y virtuosos. ... NEV 246.2

Jóvenes amigos, sujetad vuestros pies de todos los caminos malos. ... Los hombres deben disciplinarse para hacer el bien. Como Daniel pueden tener un propósito celestial en sus corazones para no contaminar su alma o su cuerpo, a pesar de la degeneración y la corrupción de su tiempo. Dios le concedió a Daniel “conocimiento e inteligencia en todas letras y ciencia”. Daniel 1:17. Su bendición asistió al hombre que se esforzó de acuerdo con la voluntad divina. La misma ayuda todavía será concedida a todos los que sigan una conducta similar, y que teniendo en vista la gloria de Dios practiquen la abstinencia y la abnegación. Entre ellos y los complacientes de sí mismos se verá la misma diferencia que había entre Daniel y sus compañeros y los demás jóvenes de la corte del rey. Habrá una complexión vigorosa y una mirada clara, un pulso firme, fortaleza y vigor intelectual, una aguda percepción de la verdad espiritual.—The Signs of the Times, 1 de enero de 1885. NEV 246.3

Recordemos que el carácter no es el resultado de un accidente, sino que día a día se está formando para el bien o para el mal. Esta obra de la edificación del carácter tiene una gran importancia, porque es de resultados abarcantes. Somos edificadores para el tiempo y para la eternidad.—Ibid. NEV 246.4