Mensajes Selectos Tomo 1

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Una cuestión de vida o muerte

Me han llegado cartas en que se me pregunta acerca de la enseñanza de algunos que dicen que no debe matarse nada que tenga vida, ni aun los insectos, no importa cuán molestos y dañinos sean. ¿Es posible que alguien pretenda que Dios le ha dado ese mensaje para darlo a la gente? El Señor nunca ha dado tal mensaje a ningún ser humano. Dios no ha dicho a nadie que es pecado matar los insectos que destruyen nuestra tranquilidad y descanso. Cristo no dio un mensaje de esta naturaleza en todas sus enseñanzas, y sus discípulos han de enseñar sólo lo que les ordenó. 1MS 200.3

Hay quienes siempre procuran entrar en controversias. Este es el resumen de su religión. Están llenos del deseo de presentar algo nuevo y extraño. Se ocupan de asuntos de mínima trascendencia y ejercitan en ellos sus talentos aguzados para la polémica. 1MS 200.4

Se introducen fábulas ociosas como verdades importantes y algunos las presentan como si fueran verdaderamente piedras de toque. Así se crea la controversia y se apartan las mentes de la verdad presente. Satanás sabe que si puede hacer que hombres y mujeres resulten absorbidos por detalles insignificantes, serán desoídas las cuestiones más importantes. El dará abundante material para llamar la atención de los que están dispuestos a ocuparse de temas baladíes, sin importancia. Las mentes de los fariseos estaban ocupadas con cuestiones intrascendentes. Pasaban por alto las preciosas verdades de la Palabra de Dios para discutir las enseñanzas tradicionales transmitidas de generación a generación, que en ninguna forma tenían nada que ver con su salvación. Y así es hoy: mientras preciosos momentos se esfuman en la eternidad, son pasadas de largo las grandes cuestiones de la salvación a cambio de alguna fábula ociosa. 1MS 201.1

Quiero decir a mis hermanos y hermanas: Manteneos cerca de las instrucciones de la Palabra de Dios. Deteneos en las ricas verdades de las Escrituras. Solamente así podréis llegar a ser uno en Cristo. No tenéis tiempo para ocuparos en controversias acerca de matar insectos. Jesús no ha puesto esa preocupación sobre vosotros. “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?” Jeremías 23:28. Estos temas marginales que surgen son como heno, madera y hojarasca en comparación con la verdad para estos últimos días. No están predicando el Evangelio los que abandonan las grandes verdades de la Palabra de Dios para ocuparse de tales asuntos. Están tratando con sofismas ociosos que presenta el enemigo para desviar las mentes de las verdades que conciernen a su bienestar eterno. No tienen una palabra de Cristo que vindique sus suposiciones. 1MS 201.2

No paséis vuestro tiempo en la discusión de tales asuntos. Si tenéis alguna pregunta en cuanto a lo que debéis enseñar, alguna pregunta en cuanto a los temas en que debéis ocuparos, id directamente a los discursos del gran Maestro y seguid sus instrucciones... 1MS 201.3

No permitáis que nada aparte vuestra atención de la pregunta: “¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” Lucas 10:25. Esta es una cuestión de vida o muerte, que cada uno de nosotros debe definir para la eternidad. Ocúpese la mente con la importancia de la solemne verdad que poseemos. Los que permiten que su mente divague en la búsqueda de teorías baratas y sin importancia, necesitan ser convertidos... 1MS 202.1

De diestra y siniestra provendrán teorías erróneas, sin autoridad de la Palabra de Dios, y para los débiles esas teorías tendrán la apariencia de verdades que hacen sabio. Pero son como naderías. Y sin embargo, muchos miembros de iglesia han llegado a satisfacerse tanto con alimento barato, que tienen una religión dispéptica. ¿Por qué hombres y mujeres disminuirán su experiencia cristiana recogiendo fábulas ociosas y presentándolas como asuntos dignos de atención? El pueblo de Dios no tiene tiempo para ocuparse de cuestiones indefinidas y frívolas que no tienen relación con los requerimientos de Dios. 1MS 202.2

Dios desea que los hombres y mujeres piensen juiciosa y sinceramente. Han de ascender a un grado cada vez más alto, dominando un horizonte cada vez más amplio. Contemplando a Jesús, han de ser transformados a su semejanza. Han de pasar su tiempo en la búsqueda de las profundas y eternas verdades del cielo. Entonces no habrá nada frívolo en su experiencia religiosa. A medida que estudian las grandes verdades de la Palabra de Dios, perseveran en la contemplación de Aquel que es invisible. Comprenden que las verdades más elevadoras y ennoblecedoras son las que están más íntimamente relacionadas con la Fuente de toda verdad. Y cuando aprenden de Dios, sus motivos y simpatías se hacen firmes e inmutables, pues las impresiones hechas por el Omnisapiente son sustanciales y duraderas. El agua viviente que da Cristo no es como un manantial superficial que mana durante un corto tiempo y después se seca. El agua viviente fluye para vida eterna. 1MS 202.3

Sigamos la voluntad revelada de Dios. Entonces sabremos que la luz que recibimos proviene de la Fuente divina de toda verdadera luz. Los que cooperan con Cristo están en terreno seguro. Dios los bendice ricamente cuando consagran sus energías a la obra de rescatar al mundo de la corrupción. Cristo es nuestro ejemplo. Contemplándolo, hemos de ser transformados a su imagen, de gloria en gloria, de carácter en carácter. Esta es nuestra obra. Dios nos ayude a representar correctamente al Salvador ante el mundo.—The Review and Herald, 13 de agosto de 1901. 1MS 203.1