El Ministerio Médico

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La complacencia propia es causa de enfermedad

Algunos no tienen el valor moral para caminar rectamente en el temor del Señor. Hay una complacencia egoísta constante en las cosas que son peligrosas tanto para el alma corno para el cuerpo, aun entre quienes están informados acerca de las leyes de la vida y de la salud. Hay intemperancia en la alimentación y en la mucha variedad de alimentos que se ingieren en una sola comida. En la preparación de las comidas hay mezclas no saludables que fermentan en el estómago y causan gran agotamiento. Sin embargo, siguen perseverando en su complacencia, lo cual coloca el fundamento para numerosas dificultades. Si estas personas tuvieran dominio propio y educaran su gusto para consumir solamente lo que el estómago maltratado pueda asimilar con seguridad, se ahorrarían grandes gastos en cuentas médicas y evitarían grandes sufrimientos... MM 297.2

La obra del médico es educar a los que ignoran estas cosas. Deben existir escuelas de preparación profesional para educar enfermeras y preparar las mentes para que sientan el peligro y vean la importancia de usar habilidad y tacto en la preparación de alimentos que sustituyan la dieta a base de carne. Esta clase de educación al fin dará resultados. Debe utilizarse prudencia para no quitar la carne de una vez a los que han tenido el hábito de usarla, sino educar la mente para que comprenda la importancia de utilizar alimentos saludables.—Manuscrito 22, 1887. MM 297.3