El Ministerio Médico

211/596

Una ciencia peligrosa

No pedimos de vosotros que os coloquéis bajo el control de la mente de ningún hombre. La cura mental es la ciencia más terrible que haya existido jamás. Todo ser inicuo puede utilizarla para realizar sus propios intentos malignos. Nosotros no tenemos relación alguna con tal ciencia; debemos temerle por completo. Ni el más mínimo principio de esta ciencia debe incluirse en ninguna de nuestras instituciones. MM 152.2

Cristo no puede hacer nada por las personas que se unen con el enemigo. Su invitación a nosotros es: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Cuando en nuestra experiencia diaria aprendemos de su mansedumbre y humildad, hallamos reposo. Entonces no hay necesidad de inquirir por ninguna ciencia misteriosa que calme al enfermo. Ya tenemos la ciencia que les provee descanso verdadero: la ciencia de la salvación, la ciencia de la restauración, la ciencia de una fe viviente en un Salvador vivo.—Manuscrito 105, 1901. MM 152.3

*****