En los Lugares Celestiales

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La recompensa del alma victoriosa, 23 de diciembre

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Daniel 12:3. ELC 366.1

Cuando pienso en esas palabras de Daniel, me sorprendo a mí misma despierta en la noche y repitiéndolas una y otra vez: “Los entendidos resplandecerán como el firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. Mirad el sol y las estrellas puestos en orden en los cielos, y conocidos por sus nombres. El Señor dice: Los que enseñan la justicia a la multitud brillarán como estrellas por la eternidad.—Manuscrito 83, 1886. ELC 366.2

A fin de determinar cuán importantes son los intereses que entraña la conversión del alma del error a la verdad, debemos apreciar el valor de la inmortalidad; debemos comprender cuán terribles son los dolores de la segunda muerte; debemos apreciar el honor y la gloria que aguardan a los redimidos, y entender lo que es vivir en la presencia de Aquel que murió para que pudiese elevar y ennoblecer al hombre, y dar a los vencedores una diadema real. ELC 366.3

Las mentes finitas no pueden estimar plenamente el valor de un alma. ¡Con cuánta gratitud recordarán los rescatados y glorificados a aquellos que hayan sido instrumentos de su salvación! Nadie lamentará entonces sus esfuerzos abnegados y labores perseverantes, su paciencia, longanimidad y fervientes anhelos por las almas que podrían haberse perdido si hubiese descuidado su deber o se hubiese cansado de hacer el bien. ELC 366.4

Entonces los que sean dignos de ir vestidos de blanco se hallarán reunidos en el redil del gran Pastor. Desde su trono, el Cordero saludará al obrero fiel y al alma salvada por su labor y los conducirá al árbol de la vida y a la fuente de aguas vivas. ¡Con qué gozo contemplará el siervo de Cristo esos redimidos, que podrán compartir la gloria de su Redentor!—Joyas de los Testimonios 2:264. ELC 366.5