Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Se necesitan sabiduría y paciencia

Si los maestros ven que es imposible conseguir que cierto alumno se someta a la disciplina en la clase en que está, póngaselo en otra, porque puede ser que otro maestro logre suplir la deficiencia. Puede ser que otro tenga lo que a un maestro le falta; pero si podéis conseguir la confianza del niño, si lo podéis ligar a vuestro corazón con los vínculos de la simpatía y el amor, quizá ganéis un alma para Cristo. Puede ser que el muchacho travieso, voluntarioso e independiente, cambie de carácter. COES 193.1

Pero aunque es necesario manifestar amor y simpatía para con vuestros alumnos, es debilidad manifiesta mostrar parcialidad y despertar así la suspicacia y los recelos. Los niños son muy prontos para descubrir si el maestro prefiere a alguno, y a menudo el alumno favorito mide su fuerza, su aptitud y destreza con las del maestro en el manejo de la clase. Puede ser que se decida a ser jefe; y a menos que el maestro posea la gracia de Cristo, manifestará debilidad, se volverá impaciente, exigente y severo. El alumno más prominente de la clase generalmente transmitirá su propósito a los demás alumnos, y habrá un esfuerzo combinado para obtener el dominio. Si el maestro sabe dominarse mediante la gracia de Cristo, si sujeta las riendas con mano firme y paciente, subyugará el elemento turbulento y se conquistará el respeto de sus alumnos. Una vez que esté restablecido el orden, manifiéstese bondad, paciencia y amor. Puede ser que la rebelión vuelva a levantarse muchas veces, pero no debe mostrarse un genio irascible. No habléis ásperamente al que ha hecho el mal, desanimando así a un alma que está luchando con las potestades de las tinieblas. Callad, y elevad vuestro corazón en oración a Dios por ayuda. Los ángeles acudirán a vuestro lado, y os ayudarán a levantar bandera contra el enemigo; y así, en lugar de separar al errado, podréis lograr ganar un alma para Cristo.—Testimonies on Sabbath-School Work, 77-80. COES 193.2